Sin viaje de fin de curso por Marsans

La mayor ilusión de un grupo de 35 estudiantes de 4º de ESO de Sabadell (Vallès Occidental) era viajar a Italia, montarse en un vaporetto, visitar la plaza de España de Roma y comerse uno de los míticos gelatti. Pero tuvieron la mala suerte de contratar su escapada con Viajes Crisol, una de las marcas del grupo Marsans, que atraviesa graves problemas económicos después de que el pasado 20 de abril la organización de aerolíneas IATA les retirada de la licencia para vender billetes de avión. Los jóvenes tan sólo reclaman poder hacer el viaje y que se les devuelva la ilusión que ahora les han robado. "Cuando nos lo dijeron, no nos lo creíamos, pensábamos que era una broma", lamenta Adrián, uno de los estudiantes afectados.

Los alumnos de 4º de ESO del instituto Les Termes de Sabadell empezaron a planificar su viaje de final de curso el año pasado. El destino elegido fue Italia y tenían previsto volar hasta Venecia, visitar Florencia y Roma y volver en barco desde Génova. En enero realizaron el primer pago para reservar el viaje. El 15 de abril hicieron efectivo el segundo pago, tan sólo cinco días antes que se retirara la licencia a la agencia de viajes que preside el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán.

La clase había organizado un sinfín de actividades para recaudar dinero: venta de castañas, polvorones en Navidad, rosas para Sant Jordi, lotería... Incluso se habían inventado un pasatiempo, que nada tenía que envidiar a un parque de atracciones: montaron un túnel del terror en el sótano del colegio; cualquier compañero de la escuela podía pasar unos minutos terroríficos por el módico precio de un euro. Con todo, la clase consiguió reunir hasta 1.500 euros. Pero para cubrir la totalidad del importe del viaje, cada familia tuvo que poner de su bolsillo 480 euros más. En total, la clase pagó a la agencia de viajes 15.370 euros.

"¡No nos vamos a quedar callados!", exclaman los alumnos afectados por la crisis de Marsans

Sin embargo, el viernes pasado, los responsables de la oficina de Sabadell de Viajes Crisol alertaron a los padres de que el dinero había desaparecido sin haber hecho las reservas. "¿No les da vergüenza romper las ilusiones de la gente?", se preguntó Ricardo, uno de los alumnos.

Decepción, rabia e impotencia son los sentimientos que ayer expresó la clase de 4º de ESO. El malestar está dominando la vida de los alumnos, lo que preocupa a madres como María del Mar García, que comentó que su hija "está muy nerviosa y, además, teme que esto le pueda afectar en los exámenes".

Los alumnos han canalizado la rabia e impotencia a través de carteles que han colgado por toda la clase. "¡Devolvednos la ilusión!", reza una gran pancarta a modo de grito silencioso que los alumnos han rubricado con manos pintadas.

Entre todos han empezado a buscar soluciones y ya han organizado una rifa. "Nos hemos levantado y queremos luchar", proclamó Sandra, otra estudiante. Agaila también envió un mensaje claro: "¡Esto no se va a quedar así y no nos vamos a quedar callados!".

Paralelamente, los padres han iniciado su lucha en los juzgados. El miércoles presentaron una denuncia en los juzgados contra Viajes Crisol para reclamar el dinero. Pero, por ahora el tema monetario no es la prioridad. Patricia Ortega, madre de otro estudiante comenta: "Nuestra preocupación no es el dinero, es que les devuelvan la ilusión y que hagan el viaje, porque realmente se lo merecen".

Desde el IES Les Termes, el profesor de los jóvenes, Toni Egea, lamentó lo sucedido y explicó: "estamos en un barrio obrero y este año las familias han tenido problemas económicos". Los alumnos están a pocas semanas del fin de las clases. Pero para algunos es también el fin de una época, ya que ahora cada uno tomará su camino. "Algunos llevan desde los tres años juntos, se conocen desde siempre y ahora se separarán", comenta con melancolía García. La guinda de toda esta época era el ansiado viaje.