Bilbao exige al 'lehendakari' que se aleje del "fracasado" modelo socialista

El diputado general de Vizcaya, José Luis Bilbao, volvió ayer a situarse a la cabeza de la oposición del PNV. Aprovechando la sobremesa de la comida con que cada año se clausura la asamblea general de la patronal vizcaína Cebek, Bilbaó lanzó un ataque duro y frontal contra el Gobierno de Rodríguez Zapatero, y de rebote contra el de Patxi López, a cuenta de las medidas de ajuste anunciadas para reducri el déficit. En términos mucho más radicales que los empleados hasta ahora por otros dirigentes de su partido, el diputado general consideró que "el modelo socialista ha demostrado su fracaso, es caduco e ineficaz", por lo que instó al lehendakari a apartarse de sus propuestas económicas.

El mandatario vizcaíno ataca a Zapatero cinco días antes de verse con López

Las declaraciones de Bilbao, quien identificó al Ejecutivo central con una cigarra y a su "canturreo" con el duro plan para reducir el déficit, tienen más relevancia porque llegan a apenas cinco días de que López se reúna con los tres diputados generales y con responsables de Eudel para analizar el alcance de esas medidas en Euskadi y estudiar la puesta en marcha de otras específicas. Así, las críticas sonaron a advertencias para que el lehendakari se aleje de Zapatero y opte por modelos "contrastados", los del PNV, según Bilbao.

El máximo mandatario vizcaíno, quien compartía mesa con los consejeros de Economía, Carlos Aguirre, y Empleo, Gemma Zabaleta, fue más allá al asegurar ante más de cien empresarios: "No vamos a ser cómplices en el intento de que el caos de la cigarra destroce el trabajo de la hormiga".

Las declaraciones del diputado general llegan además cuando el PNV no ha aclarado además cuál va a ser su actitud cuando llegue a debate en el Congreso el decreto ley que el Gobierno central aprobará hoy con el detalle de sus propuestas.

Si hace ahora un año Bilbao protagonizó en el mismo foro empresarial el primer encontronazo con el entonces recién elegido lehendakari, a cuenta de unas declaraciones del consejero Aguirre sobre el blindaje del Concierto Económico, esta vez ni el titular de Hacienda ni la de Empleo quisieron replicarle.

Tanto Aguirre como Zabaleta se limitaron a responder a varias preguntas sobre la situación económica vasca y las emisiones de deuda, por una parte, y sobre la transferencia de las políticas de empleo y el futuro servicio Lanbide, por otra, pese a algunos ataques directos de Bilbao.

El diputado general vizcaíno aseguró que está dispuesto a sentarse en todos los foros y organismos de encuentro y coordinación que sean necesarios, tanto de la comunidad autónoma como de fuera de ella, con el objetivo de defender los intereses de Vizcaya y de Euskadi. Pero, a renglón seguido, también dejó muy claro que no está dispuesto a apoyar los planes del Gobierno central. "Es el momento de que no seamos sumisos ni hagamos seguidismo facilón de modelos fracasados", enfatizó, dejando en el aire si hablaba sólo en su nombre o en el del PNV.

Ninguno de los presentes replicó a Bilbao cuando calificó la actuación del presidente del Gobierno central en la gestión de la crisis económica como "falta de liderazgo, improvisación y parcheo permanente". Y tampoco cuando apuntó que el Ejecutivo de Zapataero es "un barco a la deriva, en el que el capitán y los oficiales han abandonado sus puestos de mando, y mandan mensajes de SOS desde el puesto del radiotelefonista".