Feijóo responde a la protesta masiva con una oferta de pacto por el gallego
Los socialistas quisieron ganar el protagonismo que habían perdido en convocatorias anteriores
El Día das Letras congregó ayer a decenas de miles de personas en Santiago de Compostela para reivindicar su "derecho a vivir en gallego". La manifestación, convocada por la plataforma Queremos Galego, marchó por las calles de la capital tras una pancarta que rezaba O galego, a forza do noso amor, una cita del poeta Uxío Novoneyra, a quien estaba dedicado el día.
Pero las reivindicaciones fueron mucho más políticas que poéticas. En la cuarta gran marcha por el gallego desde que el PP llegó al poder hace un año, hubo un clamor contra el decreto del plurilingüismo que prepara la Xunta. Esta vez ya no fue "preventiva", como calificó el presidente Alberto Núñez Feijóo las anteriores. Se hizo con un borrador sobre la mesa y un dictamen del Consello Consultivo que lo tacha de inconstitucional. Quizá por eso, los socialistas gallegos se sumaron ayer a la marcha de forma más decidida que nunca. Estuvieron sus principales dirigentes, entre los que destacaban parlamentarios, los presidentes de las diputaciones de A Coruña y Lugo y alcaldes como el de Ferrol, todos tras un cartel con el lema En defensa da lingua galega.
Los organizadores cifran en 100.000 los asistentes y el PP los rebaja a 7.000
Queremos Galego pide la dimisión del conselleiro de Educación
Políticos al margen, la afluencia fue parecida, quizás algo inferior, a la de otras convocatorias, a las que acudieron en torno a las 50.000 personas. En cualquier caso, es difícil hacer un cálculo de cuántos gallegos se manifestaron porque las angostas vías del casco viejo forman un embudo que distorsiona las cuentas. Cuando varios representantes de la vida educativa y cultural comenzaron a leer el manifiesto, buena parte de quienes acudieron a la marcha todavía no habían salido de la Alameda, donde estaba el inicio. Además, el buen tiempo hacía que una vez que llegaban a la Praza do Obradoiro, muchos no tardasen en irse hacia terrazas cercanas. Lo cierto es que en la plaza siempre hubo bastantes claros sin gente. Los convocantes cifraron en 100.000 los asistentes.
La Policía Local no dio una cifra y el PP, en una nota de prensa, destacó que PSOE y BNG sólo lograron movilizar al 1% de sus votantes "a favor de la imposición del gallego", lo que sumaría unos 7.000. Al menos había uno que no lo era: Rafael Cuiña, militante popular e hijo del histórico Xosé Cuiña.
Los primeros en llegar a la plaza fueron los representantes de Queremos Galego, con su portavoz, Carlos Callón; el secretario general de la CIG, Suso Seixo; el diputado nacionalista Bieito Lobeira y la coordinadora nacional de EU-IU, Iolanda Díaz. Después iba la representación del BNG, con su portavoz nacional, Guillerme Vázquez, al frente. Antes de arrancar la marcha, denunció que el decreto que pretende impulsar la Xunta "era para recortar derechos y presencia del gallego", frente a lo que contrapuso "el orgullo de ser gallegos y el derecho a vivir en gallego".
Tras los nacionalistas se veían las banderas del PSdeG, que acudió con su líder, Pachi Vázquez, y diputados, como Mar Barcón, Guillermo Meijón o Jose Manuel Lage. Los socialistas no quisieron quedar relegados, como les sucedió en la última manifestación, el pasado enero, cuando llegaron a la plaza con el acto prácticamente concluido.
Esta vez, para que todos pudiesen escucharlo, el manifiesto fue leído en tres ocasiones. El texto, que se puede consultar íntegro en la web www.queremosgalego.org, resalta que "hay pocas dudas de que si Galicia tiene hoy un grado de autogobierno es, en una parte fundamental, debido a una cultura y una lengua propias". Continúa afirmando que "la Xunta incumple de forma incívica el mandato estatutario de promover el gallego". El discurso concluía así: "Ganar unas elecciones no significa ejercer el poder de manera absoluta. Merecemos unos gobernantes responsables que no jueguen con nuestra existencia. Sin gallego, Galicia no tiene futuro".
En esta línea, Callón pidió la dimisión del conselleiro de Educación, Jesús Vázquez, por "no retirar un decreto del idioma anticonstitucional y que sólo cuenta con el apoyo del PP". "Y no valen medias tintas, hay que estar sí o no con Galicia", dijo Callón, parafraseando a Novoneyra. También cargó contra Feijóo, quien "sólo ha actuado contra su pueblo".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.