París niega un pacto con Irán en la liberación de la maestra francesa

A las dos de la tarde de ayer, la profesora de francés de 24 años Clotilde Reiss, detenida en Irán desde hacía 10 meses, acusada de espionaje y liberada hacía pocas horas, hablaba en el patio del Elíseo: "Agradezco al presidente Sarkozy su apoyo, también el de mi familia, el de los míos y el de los iraníes que han estado a mi lado". Terminaba así un episodio que ha envenenado durante todo este tiempo las relaciones entre Irán y Francia y del que ni siquiera su resolución está del todo clara. ¿Es fruto de una intensa movilización diplomática? ¿O es la consecuencia de un oscuro intercambio de presos? Tanto Irán como Francia niegan esto último, pero la coincidencia de fechas hace sospechar a más de uno.

Clotilde Reiss fue detenida el 1 de julio en el aeropuerto de Teherán cuando volvía a Francia después de una estancia de cinco meses en la Universidad de Isfahán. Acusada de espionaje por haber hecho fotos con el móvil en las protestas antigubernamentales tras las elecciones iraníes, fue enviada a la prisión. Allí permaneció hasta el 16 de agosto, cuando, tras las presiones francesas, fue trasladada a la Embajada de Francia en Teherán, bajo condición de no poder salir hasta que fuera juzgada.

Mientras, en septiembre, Le Figaro revelaba que existían contactos entre Teherán y París para liberar a la joven a cambio de sacar de la cárcel a Ali Vakili Rad, ex agente secreto iraní, condenado en Francia por asesinato en 1991. Otro de los nombres que surgían siempre en este asunto era el del Majad Kakava, arrestado en 2009 en París, al que EE UU considera un ingeniero del programa nuclear iraní.

Las fechas coinciden. Reiss fue liberada ayer tras pagar una multa de 235.000 euros. Kakava regresó a Irán el 5 de mayo, horas después de que París negara la extradición pedida por Estados Unidos. Y los medios franceses dan por segura la liberación, mañana, de Vakili Rad, que se beneficiará de una reducción de condena. Para Francia, todo es una coincidencia.