Matar en Las Ventas, debutar a lo grande

Son muy pocos los elegidos, aunque es cierto que otros lo hicieron antes. Pero sin duda, matar el primer toro de tu vida en la plaza más importante del mundo es debutar a lo grande. Con esta solemnidad toma hoy José Manuel Mas la alternativa en Las Ventas, como lo hicieron en su día Juan Posada, Miguel Báez Litri (padre), Antonio Porras o Luis Miguel Campano.

Más recientes son los casos de Luis Miguel Encabo, Uceda Leal y El Cid. Y aunque los tres contaban con el favor de la afición, cualquier novillero suele tomar la alternativa en una plaza menor, con el cariño de una afición cercana y un cierto rodaje en diferentes ferias antes de la madrileña.

En el caso de José Manuel Mas, es importante también el dato de que le apodera la empresa Taurodelta, la misma que gestiona la plaza, que se fijó en él cuando era un crío en un certamen para chavales. En los dos últimos años pasó de ser una gran promesa a torear sólo 15 tardes en 2009. Pero el joven de Móstoles sólo piensa en el triunfo porque es su único contrato. "Tengo ganas e ilusión, me siento preparado y me juego todo a una carta", asegura. En sus deseos está una puerta grande que le proporcione "20 tardes en las ferias".

Pero un triunfo no asegura gran cantidad de contratos. Ahí está Rafael de Julia, que dio el paso en abril de 2001, confirmó el 20 de mayo de ese mismo año y, tras cortar oreja y oreja en la corrida de Carriquiri, tuvo que conformarse con 12 paseíllos. Poco premio para el triunfador de la feria más importante.

Lo normal es acusar el paso del novillo al toro, un lujo que José Manuel Mas no se puede permitir hoy. "En el campo he matado un par de cuatreños pero en público será la primera vez. Tengo confianza y he matado novilladas fuertes. El toreo es duro y me siento preparado", relata mientras le falta el resuello. Desde hace 10 días no se pone delante de una vaca, cualquier precaución ante el día más importante de su carrera.