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"Se casaba conmigo o con nadie"

El acusado de matar a la mujer que le rechazó abre el juicio entre desvaríos - La Fiscalía pide 26 años de cárcel y la defensa alega trastornos psiquiátricos

Se acuerda de que la amaba pero ha olvidado su rostro y la decena de puñaladas que presuntamente le asestó hasta quitarle la vida en una céntrica calle de Tarragona. Mohamed Balkhir, marroquí de 29 años y acusado de asesinato, se parapetó ayer tras una cascada de frases sin sentido en la vista que abrió el juicio de un crimen cuyo encarnizamiento sigue recordándose en la ciudad. Sanae Hadidi, mujer marroquí de 27 años, murió desangrada sobre la acera en marzo de 2008 supuestamente a manos del hombre al que había rechazado en matrimonio. Obstinado en la boda, el acusado siguió preparando el convite al tiempo que acosó y amenazó a la fallecida hasta la noche de la que asegura no recordar nada.

"Ella se iba a casar conmigo o no se casará con nadie. La quería mucho pero no recuerdo su cara ni qué pasó", declaró.

La Fiscalía sostiene que el acusado esperó durante horas a que la víctima saliera del trabajo, la arrinconó contra una valla y le dio muerte. Luego emprendió una huida hasta Lleida, donde fue detenido cuatro días después. El fiscal cargó contra los desvaríos "fingidos" del acusado y se ratificó en la solicitud de 26 años de cárcel por los delitos de asesinato, coacciones y amenazas. La defensa insistió en exigir su ingreso en un centro psiquiátrico.

El acusado se presentó desorientado hasta el extremo, frenético en el cruzar y desdoblar de piernas y respondiendo siempre con otra pregunta que en poco tenía que ver con la interrogación que le habían formulado. Así sostuvo durante casi tres horas una batería de delirios ante el jurado popular, atónito durante gran parte de la declaración. La actitud del presunto asesino cuadró con el argumento de la defensa. El letrado del imputado pidió incluso la suspensión del juicio y aportó una decena de informes médicos que sostienen los hipotéticos trastornos del imputado, todos realizados tras su ingreso en prisión.

Antes de esa fecha, la vida de Bakhir se asemejaba a la de cualquier hombre cuerdo. Había conocido a la víctima en el locutorio en el que trabajaba la mujer, según relató él mismo en la instrucción del caso. Frecuentó el local durante semanas hasta que decidió contactar con el hermano de la fallecida para pedir la mano de su amada a la familia de la víctima, tal y como dicta la tradición marroquí. "Ella dijo que no quería casarse ni con él ni con nadie", subrayó el hermano de la víctima durante la vista.

Bakhir debió de entenderlo de otro modo: asegura que notificó la inmediatez del enlace a sus parientes, encargó regalos de boda y se lanzó a organizar un guateque sin prometida. Para ello trató de convencer a la víctima, a veces con un cuchillo en las manos. Hasta que una noche el acusado volvió a merodear por el locutorio. "Ella le vio y estaba asustada", contó el hermano ante la mirada distraída del presunto asesino. "Me llamó para que fuera a buscarla", continuó el familiar. "La encontré en el suelo, con los ojos abiertos y sangrando un montón".

"Mi cabeza está mal, no recuerdo nada", insistió el acusado sobre esa cruenta escena. Hoy están citados a declarar sus parientes y otros testigos del crimen para arrojar luz a la desmemoria del imputado.

Mohamed Balkhir, acusado de matar a una joven que no se quería casar con él, durante el juicio.
Mohamed Balkhir, acusado de matar a una joven que no se quería casar con él, durante el juicio.ACN

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