Las centrales minoritarias recelan de la negociación del convenio de funcionarios

Los sindicatos sectoriales y minoritarios airearon ayer sus sospechas sobre la negociación de las centrales mayoritarias que facilitó la aprobación del nuevo convenio de los funcionarios el pasado 18 de noviembre, el mismo día en que se acordaba el desbloqueo de la financiación que reciben en función de su representación. El sindicato mayoritario de la Ertzaintza, Erne, fue el más escéptico y contundente al vincular ambos pactos y definirlos como la mayor "estafa laboral" de la historia. ELA y CC OO, por su parte, rechazaron cualquier relación entre los dos acuerdos y calificaron como "habitual" la coincidencia en el calendario.

A través de un comunicado, Erne consideró "realmente grave" que unas subvenciones "a las que se tiene derecho", pero que permanecían sin repartir desde 2007, se desbloquearan sin "ninguna publicidad" al tiempo que se firmaba el acuerdo sobre retribuciones y jornada laboral de los casi 70.000 empleados públicos vascos, además, con una subida salarial "ridícula". Para la central de la Ertzaintza, "el interés económico particular ha primado sobre el colectivo de los trabajadores". Erne puso como ejemplo a la Ertzaintza y destacó la reducción del permiso por asuntos propios de los agentes de seis días a tres. Por ello, ha denunciado el decreto que aplica este acuerdo ante el Tribunal Superior.

Erne considera una "estafa laboral" la coincidencia de los dos pactos

Menos categóricos, pero igual de desconfiados, se mostraron ayer otros de los sindicatos minoritarios que tampoco tienen derecho a participar en la Mesa General de Negociación, que aborda el convenio de los funcionarios. En ella sólo tienen representación ELA, CC OO, LAB y UGT. La central educativa STEE-EILAS admitió que la coincidencia de fecha puede interpretarse como "extraña", aunque la contextualizó en un procedimiento "normal" que acostumbra a relacionar la financiación sindical con otros acuerdos paralelos. "El problema es que, al dejarnos al margen de la negociación, no sabemos en base a qué conceptos se llevó la misma", justificó.

"Al no estar en la negociación, tampoco tenemos pruebas sobre la posible vinculación de un acuerdo a otro", coincidió el SATSE. Una portavoz del sindicato de enfermería recalcó que las centrales han firmado en Euskadi "a la baja" con respecto a lo pactado en el conjunto de España e insistió en la sorpresa que levantó el respaldo de ELA al Gobierno socialista, cuando llevaba nueve años sin apoyar los convenios cerrados bajo mandatos el PNV.

En el lado opuesto de la balanza se situaron quienes en noviembre dieron su visto bueno al acuerdo sobre la función pública. ELA consideró erróneo pensar que el convenio de los funcionarios se ratificó "a cambio de financiación", ya que las subvenciones "nada tienen que ver con la firma o no de un acuerdo sobre las condiciones laborales". "Una simple coincidencia de fechas es algo completamente habitual por el calendario de negociación", defendió la central mayoritaria.

Comisiones Obreras coincidió al recalcar que "no existe ninguna vinculación". "El PNV se negó a pagarnos en el último momento, pero no como castigo por no llegar a otros acuerdos, sino para traspasarle el problema al Gobierno de Patxi López", explicó un portavoz de esta central, quien resaltó que CC OO permanecerá vigilante ante cualquier incumplimiento del convenio cerrado. En este sentido, redujo a simples declaraciones el reciente anuncio del consejero de Economía, Carlos Aguirre, de que se abordará una racionalización de plantilla contradictoria con la estabilidad laboral pactada. UGT no quiso pronunciarse.