Jubilación dorada
En las páginas de Economía, día 1 de mayo, de ese periódico, leo la rúbrica siguiente: "Alfredo Sáenz se jubilará con una pensión de 85,7 millones". No daba crédito a mis ojos, pero al insistir comprobé que, efectivamente, así era.
Resulta difícilmente entendible, casi imposible de justificar, el que un trabajador -también hay que forzar el término para llamarlo así- pueda percibir, en concepto de pensión, casi 86 millones de euros. No dudo que un consejero delegado de un banco como el Santander tenga que tomar decisiones de gran trascendencia, tampoco dudo de la capacidad y dedicación de Sáenz. Pero de ahí a considerar, no digo razonable, sino ni siquiera racional, una pensión de ese calibre, va un gran trecho, por mucha que sea la perversidad -que lo es- del sistema que permite tal circunstancia.
Claro que el consejero delegado que nos ocupa, sigo leyendo, nos ofrece una prueba de "generosidad", toda vez que "Ha renunciado a su derecho a percibir indemnización en caso de extinción de su contrato". Y estos datos se conocen precisamente en un Primero de Mayo, fiesta del trabajo, en el que registramos una enorme cifra de parados, y en unas fechas en las que se habla, hasta la saciedad, de una reforma laboral, que siempre se hace a la baja, en relación con unos salarios que "deben crecer -cuando crecen- moderadamente". ¡Qué escarnio.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.