La oposición de Ucrania se une contra la continuidad de la flota rusa en Crimea
Putin desconfía de la exportación de gas ruso a Europa a través de su vecino
El jefe del Gobierno de Rusia, Vladímir Putin, sigue sin fiarse de Ucrania como país de tránsito para la exportación del gas ruso a Europa, pese a los acuerdos que los presidentes de los dos países firmaron la semana pasada en Járkov. El trato por sorpresa concertado por Dmitri Medvédev y Víctor Yanukóvich prevé un descuento del 30% en el precio de los suministros de gas durante 10 años a cambio de prolongar la permanencia de la flota rusa del mar Negro en Crimea hasta 2042.
Numerosos políticos ucranios han expresado su oposición al tratado sobre la flota, comenzando por el ex presidente Víctor Yúshenko y la ex primera ministra, Yulia Timoshenko, que se reunieron ayer para coordinar sus acciones de protesta en una jornada para la que se han convocado varias manifestaciones frente a la sede de la Rada y del Gobierno.
Moscú quiere que se construya el gran gasoducto del sur europeo
Una encuesta del centro RSB indica que un 61,3% de los ucranios están a favor de la permanencia de la flota en Sebastópol después de 2017, cuando expira el plazo acordado en 1997. Pero el acuerdo de Jarkóv, denominado "el pacto Medvédev-Yanukóvich" por sus detractores, es también una cuestión cualitativa para el Estado ucranio. Una parte de la clase política teme la perpetuación de ambigüedades y la posible limitación de hecho de la soberanía nacional en Crimea, donde la mayoría de la población es rusa y la flota da trabajo a miles de personas.
Procedente de Italia, donde estuvo promocionando el gasoducto La Corriente del Sur, Putin viajó anoche a Kiev en vísperas de la importante sesión de la Rada Suprema (el Parlamento Ucranio) que debe ratificar hoy el acuerdo que prolonga la estancia de la flota, simultáneamente con la Duma Estatal o Parlamento ruso en Moscú.
En Italia, Putin dijo que "no hay que demorarse con los grandes proyectos de infraestructura que incrementan la seguridad energética en Europa", dado el "alboroto político" en relación a los acuerdos firmados con Ucrania y las amenazas de la oposición en Kiev de rescindirlos, si llegan al poder.
Putin ha realizado un periplo por Europa para promocionar La Corriente del Sur. Este proyecto compite con Nabucco, un gasoducto para llevar combustible del Caspio a Europa que es apoyado por la UE. Putin insiste en la urgencia de La Corriente del Sur, pese a la red de gasoductos ucranios y el proyecto de la Corriente del Norte, que unirá a Rusia con Alemania por el fondo del mar Báltico. El gas con destino a Europa comenzará a fluir por este gasoducto en 2011 a razón de 55.000 millones de metros cúbicos al año, y este volumen puede incrementarse, según manifestó ayer el jefe del Gobierno ruso. "Espero que esto no será necesario si realizamos a tiempo La Corriente del Sur", sentenció. Este tendido, en cuya construcción están asociados el monopolio ruso Gazprom y la italiana ENI, costará 8.600 millones de euros.
El sábado, en Viena, Austria se incorporó a La Corriente del Sur y Putin criticó Nabbuco y dijo que antes de construir algo hay que conseguir contratos de aprovisionamiento. La prisa de Putin por aumentar la capacidad de exportación de gas contrasta con las demoras en el comienzo de la explotación de nuevos yacimientos.
El jefe del Gobierno de Italia, Silvio Berlusconi, que acompañaba ayer a su colega ruso, afirmó que La Corriente del Sur es "la garantía de que países como Bulgaria, Rumania, Italia no se quedarán sin gas", como ha ocurrido en el pasado debido al conflicto con Ucrania. Italia importa el 30% del gas que consume de Rusia, y Austria, el 60%. Putin subrayó que él y Medvédev actúan "exclusivamente guiándose por los intereses del país y del pueblo ruso". En respuesta a la pregunta de una periodista que se refirió a las "uniones matrimoniales políticas" con éxito, como la de Putin con Medvédev, Putin dijo que ambos son personas de "orientación tradicional" y calificó de "algo exagerado" el símil de la periodista.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.