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Crónica:ZARAGOZA 1 - REAL MADRID 2
Crónica
Texto informativo con interpretación

De la enfermería al rescate

Raúl, cojo, y Kaká, por fin de vuelta, sellan una victoria crucial para el Madrid ante un Zaragoza demasiado áspero - El equipo de Pellegrini sufrió más de la cuenta ante un rival sostenido por su portero

José Sámano

Dos resucitados dieron carrete al Madrid y mantienen en vilo el campeonato. En La Romareda regresaban Raúl y Kaká, un icono para siempre y otro al que se espera desde hace nueve meses. Uno volvió antes de tiempo, despejó un partido áspero y con una mueca de dolor marcó un segundo antes de ser sustituido. Raúl en estado puro. El otro, cuya vuelta se demoraba con exceso, por fin justificó su reputación y despachó a última hora al Zaragoza. Su gol despejará los ecos que le persiguen. En el fútbol, la gloria a veces llega de forma instantánea.

El Zaragoza tomó nota del Espanyol, y del árbitro del reciente derbi catalán, que era el mismo, Undiano Mallenco, un juez de espaldas al fútbol, incapaz de descodificar cuándo un partido se lleva a las cloacas. Como ya hiciera el equipo de Pochettino, el de Gay sembró el campo de espinas, con alambradas en toda La Romareda. Es la receta de los modestos ante esos gigantes que juegan su Liga particular en Marte, a varias lunas del resto del pelotón. Ante el empuje inicial del Real Madrid, que en los tres primeros minutos ya se citó por dos veces con Roberto, el Zaragoza reaccionó atizando la hoguera, con una sucesión de faltas y grescas que terminaron por cortar el hilo al grupo de Pellegrini, que se desenchufó muy rápido. También influyó de forma considerable la baja de Van der Vaart, lastimado ante la mirada de Kaká en el banquillo. Su puesto fue para Raúl. Un guiño irremediablemente nostálgico: el capitán, quizá en su última temporada como madridista, en la plaza que le lanzó al estrellato hace 15 años y medio.

ZARAGOZA 1 - REAL MADRID 2

Zaragoza: Roberto; Ponzio, Jarosik, Contini, Obradovic; Edmilson, Gabi; Ander (Uche, m. 75), Aguilar, Eliseu; y Suazo (Colunga, m. 21. J. López, m. 88). No utilizados: Carrizo; Babic, Pulido y Paredes.

Real Madrid: Casillas; Arbeloa, Garay, Sergio Ramos, Marcelo; Gago (Kaká, m. 75), Xabi Alonso, Guti; Van der Vaart (Raúl, m. 15. Benzema, m. 51); Higuaín y Cristiano. No utilizados: Dudek; Metzelder, Diarra, Lass y Granero.

Goles: 0-1. M. 50. Raúl, a pase de Cristiano. 1-1. M. 61. Colunga dribla a Casillas y marca a puerta vacía. 1-2. M. 82. Kaká recibe de Cristiano y la cruza con la derecha.

Árbitro: Undiano Mallenco. Amonestó a Ponzio, Arbeloa, Eliseu, Gabi, Marcelo, Kaká y Xabi. Expulsó a Contini de roja directa por un codazo (m. 51).

34.500 espectadores en La Romareda.

De regreso a su cuna, el 'siete' fue ejemplar en la plaza que le lanzó al estrellato
El codazo de Contini a Higuaín fue un navajazo sin sentido para su equipo
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La lesión de Van der Vaart destiñó al Madrid, que tenía en el enganche holandés al mayor incordio para los zaragocistas, incomodados por su juego entre líneas, un suplicio para Edmilson y Gabi. Sin Van der Vaart, el Madrid fue demasiado directo, una ganga para el equipo local, que cavó la trinchera y se olvidó de las áreas. Nunca le importó la de Casillas, acomplejado como estuvo toda la noche, sólo gallardo para el cuerpo a cuerpo. Por si fuera poco, perdió a Suazo, con el hombro derecho tendido hasta por tres veces. Poco más tiene el Zaragoza, por mucho que se remendara en el mercado invernal. Al equipo le falta un guión, carece de genética y algunos de los recién llegados necesitan un diván. Eliseu, por ejemplo, al que el árbitro consintió su particularísimo combate pugilístico. Con Contini no le quedó más remedio. Su codazo a Higuaín fue un navajazo sin sentido para su equipo, por mucho que Undiano propiciara la barra libre.

Justo un instante antes del atropello de Contini, la afición de La Romareda despidió con el señorío que merece a Raúl. De vuelta a su cuna, el siete de nuevo fue ejemplar. Es un futbolista mayúsculo. Ya es una leyenda, y aún es capaz de agrandar la misma cuando su condena definitiva está a un paso. Se había recuperado antes de tiempo de una lesión, porque gestiona como pocos el dolor, pero lo pagó en Zaragoza. Se resintió y cuando Benzema estaba en la línea de salida, Cristiano decidió apurar la jugada y retrasar el cambio. Una mayoría de jugadores se hubiera desentendido de la acción a la espera del relevo. Raúl es de otra pasta. No se desconectó de la jugada y tras una doble parada de Roberto embocó. Fue el gol de un cojo extraordinario, una pincelada más de lo que es Raúl. La Romareda brindó por él cuando se fue de inmediato, dolorido y goleador, quizá de uno de sus últimos actos de servicio para el Real Madrid, donde incluso ha superado a Di Stéfano como artillero. Palabras mayores.

Con el marcador favorable y Contini arrestado, el Madrid tenía el partido a sus pies. No había habido noticias de Casillas en toda la noche, salvo cuando, aburrido tal vez, se entretuvo cambiando de guantes. El Zaragoza no tenía recorrido, por mucho que el Madrid no ofreciera su mejor versión, guiado de nuevo por los impulsos de Cristiano e Higuaín, sin elaboración alguna, con Guti descolgado en tierra de nadie. Por esa vía ha sumado y sumado durante todo el curso. Lo que no esperaba era el desplante de Colunga, relevo de Suazo. Abel Aguilar, desnortado todo el encuentro, encendió las luces a espaldas de Garay y el hábil delantero local dejó atrás a Casillas y selló el empate. Un azote inesperado para el Madrid, que había rematado por dos veces a los postes, que había entronizado a Roberto. Pellegrini lanzó a toda la caballería: junto a Cristiano e Higuaín, Benzema y Kaká, resucitado tras más de 40 días en el gimnasio, desde el despeño ante el Lyon. Apurado como nunca, con el Barça más cerca de la meta, al Madrid sólo le quedaba jugarse un órdago tras otro. El tiempo apremiaba más que el Zaragoza, al que sostenía su portero. Hasta que Cristiano enlazó con Kaká, las dos perlas veraniegas. El brasileño recibió un pase filtrado del portugués y batió a Roberto con un tiro cruzado desde dentro del área. Por una vez, Kaká fue puntual. Su gol tuvo un valor extraordinario.

Así es el fútbol, generoso hasta con los más cuestionados.

Raúl y Cristiano Ronaldo celebran el gol del delantero español, el primero del Madrid
Raúl y Cristiano Ronaldo celebran el gol del delantero español, el primero del MadridEFE

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Sobre la firma

José Sámano
Licenciado en Periodismo, se incorporó a EL PAÍS en 1990, diario en el que ha trabajado durante 25 años en la sección de Deportes, de la que fue Redactor Jefe entre 2006-2014 y 2018-2022. Ha cubierto seis Eurocopas, cuatro Mundiales y dos Juegos Olímpicos.

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