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Doble golpe para Polanski

La justicia de EE UU rechaza la petición del cineasta de ser juzgado en ausencia y acerca su posible extradición

La justicia estadounidense ha dicho no a Roman Polanski por partida doble. El tribunal de apelaciones rechazó el jueves la petición del realizador para ser juzgado en ausencia de los cargos de sexo ilícito con una menor que pesan sobre él desde hace más de tres décadas. Polanski, de 76 años, se encuentra en arresto domiciliario en su chalé suizo de Gstaad tras ser detenido en septiembre cuando, prófugo de la justicia estadounidense, viajó a Suiza para asistir a un festival de cine.

Pero la negativa fue doble ya que el mismo tribunal rechazó también la petición de Samantha Geimer, víctima de los delitos reconocidos por el director hace 30 años, para que se desestime el caso y darle así carpetazo. Según la petición de Geimer, "cualquiera que fuera el daño" es ya un recuerdo en la memoria de su víctima, que en la actualidad vive en Hawai con sus tres hijos. La misma petición calificaba el empeño de la fiscalía en este caso como "un esfuerzo sin sentido más allá de mejorar la carrera política" de los que quieren seguir adelante con el proceso.

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Las dos negativas legales sitúan al realizador más cerca de su posible extradición a Estados Unidos. El tribunal de apelaciones reafirmó en su dictamen la decisión que tomó el pasado enero el juez Peter Espinoza, cuando ordenó al fugitivo que regrese a California para recibir la sentencia. Las autoridades suizas aún no han hecho ningún comentario sobre la posible extradición a Estados Unidos que pesa sobre el detenido.

El realizador de clásicos del cine como Chinatown, La semilla del diablo o más recientemente El pianista, por el que recibió el Oscar al mejor director (premio que le fue otorgado en su ausencia), o este año The Ghost Writer, galardonada en el Festival de Berlín, fue acusado de violar a Geimer en 1977 durante una sesión fotográfica con la joven aspirante a actriz, que tenía 13 años y a quien sedujo con la ayuda de drogas y champán.

Polanski aceptó su culpabilidad por mantener relaciones ilícitas con la menor pero huyó del país antes de su sentencia. El realizador nunca volvió a EE UU, un exilio que para Geimer es castigo suficiente dado que Polanski no es un peligro para la sociedad, según explicó en su apelación.

Por el momento los abogados de Polanski no han indicado cuál será el siguiente paso a dar, aunque una nueva apelación por la vía legal parece improbable. Por la vía política, la revista francesa L'Express indica que la semana pasada el presidente francés, Nicolas Sarkozy, le entregó en mano una carta al presidente Barack Obama en la que solicita clemencia para el realizador. La misiva fue entregada durante la cumbre contra la proliferación de armas nucleares celebrada en Washington. Polanski, nacionalizado francés, residía en París antes de su detención en Suiza.

Samantha Geimer.
Samantha Geimer.AP

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