La negociación de las cajas encalla por el reparto de poder

Negocian en Santiago, un punto intermedio entre las sedes centrales de las dos cajas. Una cita en el edificio de Caixanova y la siguiente en la sede de Caixa Galicia. Pese al esmero con el que la comisión negociadora escenifica cada encuentro, tras dos semanas de reuniones, apenas ha habido avances hacia la fusión. Los representantes de Caixanova mantienen su exigencia para adoptar una posición dominante en la hipotética entidad resultante, con una presidencia, una dirección general, la sede y la mayoría del consejo.

Fuentes cercanas a las conversaciones aseguran que los negociadores de Caixanova sólo han cedido para aceptar que el director general de Caixa Galicia, José Luis Méndez, asuma una copresidencia provisional con fecha de caducidad y desde luego mucho más corta que la prórroga de cinco años que piden para que Julio Fernández Gayoso se mantenga al frente de la caja única.

Esas fuentes admiten que tampoco hay acuerdo sobre la cantidad que debería aportar el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria para garantizar la integración, puesto que Caixanova considera insuficientes los 1.200 millones de euros que señala la auditoría encargada por la Xunta a la consultora KPMG. El entorno de Caixa Galicia y de la Xunta, mientras, se felicitan por que, según señalan, el Banco de España "ha ratificado la viabilidad de fusionar las dos cajas gallegas".