Tráfico critica a Montilla y defiende la 'zona 80'
El límite de 80 kilómetros por hora está más que justificado. Da igual que aún no se conozcan las mejoras para el el medio ambiente, porque hay otros argumentos de peso que avalan la iniciativa: la reducción del número de accidentes y la mayor fluidez del tráfico en los accesos de Barcelona. Por tanto, nada de suavizar una medida que funciona desde hace años en Europa. Estos son los argumentos que esgrime el Servicio Catalán de Tráfico ante la intención del presidente de la Generalitat, José Montilla, de cercenar la zona 80.
El anuncio de Montilla causó desasosiego entre los responsables de Tráfico, que han centrado buena parte de su gestión en el desarrollo de la iniciativa que desde el 1 de enero de 2008 obliga a reducir la velocidad en las vías de acceso a Barcelona a 80 por hora. "Descalificar la iniciativa es un error, es mantener una posición cerrado y no evaluar todas las variables", aseguró ayer el director del servicio, Josep Pérez Moya.
El año pasado, las carreteras en las que estaba vigente el límite de velocidad registraron 100 accidentes menos que en 2007. La mortalidad se redujo el 50%, una progresión muy superior a la que se da en el resto de las vías. De hecho, Pérez Moya reveló ayer que la mortalidad ha aumentado en la corona de 10 kilómetros que circunda la zona 80. En parte porque hay menos accidentes, también se han reducido (el 24%) la duración y la longitud de las congestiones al entrar y salir de la ciudad. "Nadie puede discutir estas mejoras", insistió el director.
Fuentes de Interior (en manos de Iniciativa) lamentaron que se haya utilizado un informe para cuestionar, "una vez más", la medida de los 80, y atribuyeron el aviso de Montilla a "intereses electorales".
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