Misión: asfixiar al carterista

"Se puede pasear tranquilamente por La Rambla sin ser víctima de un robo". El comisario jefe de los Mossos d'Esquadra en Barcelona, Joan Carles Molinero, trató de mitigar ayer la creciente sensación de inseguridad. Dejando a un lado "percepciones" particulares sobre la pequeña delincuencia -que alarma al ciudadano, inquieta al sector turístico y daña la imagen de la ciudad-, Molinero exhibió "datos reales", que reflejan una caída del número de hurtos y un aumento, por el contrario, de las detenciones por este motivo.

Desde que la multirreincidencia entró en la agenda pública, la policía autonómica se ha esforzado en contenerla: ha reorientado los patrullajes en el distrito de Ciutat Vella y ha potenciado la prevención con agentes de paisano. Esa presión explica, en parte, los datos del primer trimestre del año: una ligera reducción de los hurtos (del 2,6% para los delitos y del 5,5% para las faltas) y un incremento de las detenciones del 13%; la mayoría, practicadas en flagrante.

Cuatro de los delincuentes más activos han ingresado en prisión

Buena parte de los reincidentes abandonan la comisaría al cabo de apenas media hora y por la misma puerta por la que entran. En el caso de que lo robado no supere los 400 euros, se trata de una falta y no hay más consecuencia que el pago de una multa. A la espera de una reforma penal (solicitada por los Mossos y el Ayuntamiento) que no llega, no queda más que la audacia, según fuentes policiales. Molinero subrayó, en ese sentido, la eficacia del trabajo conjunto realizado durante los últimos meses por la policía y la fiscalía.

Los seis carteristas más activos de Barcelona (entre todos suman 240 detenciones) han desaparecido del mapa. Cuatro han ingresado en prisión: Karim B., de 31 años; Abdelmalak A., de 31; Ramiza H., de 45, y Tarik F, avanzó ayer El Periódico de Catalunya. Para ello, la policía ha tenido que seguirles de forma minuciosa, describir sus movimientos y su modo de operar, y así demostrar que todos ellos vivían de la delincuencia. Con el historial delictivo en la mano, la fiscalía ha podido pedir prisión, que los jueces han concedido. De los otros dos carteristas, uno está en el extranjero y el otro en busca y captura.

"Es un precedente muy importante", subrayó el comisario. Hasta ahora, los Mossos habían logrado la encarcelación de reincidentes que asaltaban a turistas en el metro y de ladrones de cobre porque les imputaron el delito de asociación ilícita. En el caso de los carteristas que actúan en el Raval y en las zonas turísticas, sin embargo, resulta más complicado, porque "cada uno lo hace por su cuenta". "Barcelona sufre a veces las consecuencias de la capitalidad, pero no por eso debemos pensar que aquí ocurren cosas en todo momento".

Siempre aparece alguien, sin embargo, dispuesto a recoger el testigo de los que están en la cárcel. La multirreincidencia sigue ocupando un lugar prioritario entre las preocupaciones de los mandos. De las 4.500 detenciones practicadas en Barcelona en el primer trimestre, 1.200 (o sea, casi el 27%) fueron de reincidentes. Molinero no precisó cuántas personas diferentes han sido objeto de esos más de mil arrestos.-