Valencia desafía a Cultura y consuma cinco derribos más en El Cabanyal

El Ayuntamiento de Valencia eligió el día en que se levantaba el secreto del sumario del caso Gürtel, donde están envueltos dirigentes del PP valenciano, para ejecutar el derribo de cinco inmuebles en el barrio de El Cabanyal, protegido de las demoliciones desde diciembre por una orden del Ministerio de Cultura. El balance fue dramático para los vecinos; cinco edificios reducidos a escombros, dos detenidos por resistencia a la autoridad, varios políticos sacados a rastras del lugar del conflicto y una contundente actuación policial.

Una vecina dio la voz de alarma unas horas antes. En torno a las ocho de la mañana logró juntarse un reducido grupo de residentes contrarios a los planes municipales, para defender las casas. "La fuerza de la razón nos acompaña", gritó uno de los dirigentes de Salvem El Cabanyal -plataforma cívica que defiende el barrio del expolio- tratando de insuflar ánimos a los vecinos que se acercaron. Se abrazaron a las casas para impedir la entrada de las palas excavadoras pero al final no pudieron hacer frente a las decenas de policías -locales y nacionales- que acordonaron la zona. La tensión fue en aumento.

"Es sospechoso que hayan escogido este día", afirma Alborch en alusión a Gürtel

Políticos de la oposición al PP, que se desplazaron hasta el lugar para apoyar a los vecinos, fueron sacados por agentes en volandas, e incluso a rastras, tras la petición de la policía de que desalojasen el lugar. En esa situación se vieron los socialistas Salvador Broseta y Vicente González Móstoles y las diputadas autonómicas de Compromís pel País Valencià y de Esquerra Unida, Mònica Oltra y Marga Sanz, respectivamente. Sanz presentó horas después una denuncia por agresiones por la actuación de la Policía Local.

"Intentan tapar con los derribos las vergüenzas del PP", dijo Oltra en alusión al levantamiento del secreto de sumario del caso Gürtel. Los socialistas insistieron en la misma idea: "Es mucha casualidad que los derribos se hayan hecho hoy [por ayer], en que se hace público el sumario. Es sospechoso", agregó la portavoz en Valencia, Carmen Alborch.

Poco antes se presentó de improviso en El Cabanyal el primer teniente de alcalde de Valencia, Alfonso Grau, que mantuvo un careo con dirigentes de Salvem y con el edil socialista González Móstoles.

De nada sirvió que la plataforma de Salvem y la Abogacía del Estado intentaran parar los derribos en los juzgados ayer mismo. Los magistrados aceptaron las peticiones pero negaron que existiera urgencia. Los últimos resistentes fueron dos jóvenes que, encaramados al tejado del segundo edificio derribado, retrasaron una hora la acción de las máquinas mientras el resto de vecinos corearon todos a una salvem El Cabanyal para conjurar su impotencia. Acabaron los dos detenidos y en medio de la trifulca, la policía cargó contra los vecinos.

El Ayuntamiento insistió en que los derribos estaban amparados por una ley autonómica que ayer entró en vigor y que deja sin efecto la orden ministerial. Recordaron que estos edificios tienen licencias de derribo anteriores a la orden de Cultura. Las dos Administraciones sostienen desde diciembre un conflicto de competencias a propósito del plan urbanístico proyectado por el consistorio en El Cabanyal.

La ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, advirtió de que el Gobierno pedirá a los juzgados que tomen "medidas cautelares" para evitar la demolición de "bienes culturales" que son "patrimonio histórico".