Fracaso voluntario
Cuando se asume el estoquear seis toros en Las Ventas se dan unas circunstancias especiales. Hace tiempo que se dejó de cuidar el ganado. Este domingo, más de crucifixión que de resurrección, también falló el matador del que se esperaba, al menos, disposición, variedad y seguridad con el estoque.
Daniel Luque, promesa del toreo moderno, hizo lo que se estila. Como exponente del toreo del siglo XXI se dedicó a freír los toros a derechazos. Regaló comienzos de faena llenos de efectos especiales y tandas llenas de dudas tras la pólvora inicial. Sólo se salvó de la quema alguna que otra verónica. Se escapaba la tarde. El matador, indolente, como si no fuese con él, parecía jugar al descarte. Como la plaza todavía tiene su humor, Daniel Luque despachó los dos últimos astados entre palmas por bulerías. El público venteño, implacable con las figuras, entendió el diestro sólo es un aspirante. No hubo iras, ni almohadillas. Sólo palmas de chufla.
NÚÑEZ DEL CUVILLO, JUAN PEDRO DOMECQ / LUQUE
Toros de Núñez del Cuvillo (1º, 3º y 5º) y Juan Pedro Domecq, desiguales de presentación, mansos salvo el quinto, algo aplaudido.
Daniel Luque en solitario: pinchazo y estocada (silencio); pinchazo, media estocada, estocada y tres descabellos (silencio tras aviso); estocada caída (silencio); pinchazo, estocada y descabello (silencio tras aviso); pinchazo y estocada (silencio); y pinchazo, estocada caída y descabello (división).
Las Ventas. 4 de abril. Media entrada.
