En busca del 'soul' perdido
Eli 'Paperboy' Reed, seguidor de Sam Cooke y Otis Redding, confirma la promesa de su talento con 'Come and get it' - "Lo mío no es un espectáculo 'retro", dice
Mientras que Amy Winehouse sigue missing, su modelo estético -cantante de piel pálida interpretando soul- está en alza. Todas las discográficas están buscando artistas que puedan saciar este redescubrimiento de las estimulantes virtudes del soul en pleno siglo XXI. Y el color de la piel no es casualidad: escasean los jóvenes vocalistas negros interesados por esos sonidos añejos. Así que tiene su lógica que EMI fichara el pasado año a Eli Paperboy Reed, un sonrosado solista que prosperaba por el circuito independiente, con discos y actuaciones exuberantes.
Está al caer su tercera entrega, Come and get it, y Eli ya ha recorrido el circuito europeo de promoción, adelantando temas del nuevo disco en versiones desnudas, a solas con la guitarra. Uno entiende la apuesta de la multinacional al ver el encanto que despliega el personaje, la habilidad con que se pliega a las exigencias de las televisiones, la seguridad en sus poderes. En verdad, Eli puede resultar hasta excesivamente arrogante, con esa insistencia en que su música es "nueva" y no un reciclaje de hallazgos del soul clásico.
"Odio a los que necesitan la coartada de la ironía para disfrutar"
Por lo demás, su propia trayectoria es la mejor defensa. Nacido en Massachusetts (1983), se formó gracias a la colección de discos de su padre, un crítico musical. Pero se ganó los galones cuando se trasladó a Clarksdale, la capital del blues del Misisipi: "Fui a trabajar a una emisora local pero aquello no funcionó. Así que me hice un hueco en la comunidad musical. Clarksdale es finalmente un pueblo bastante pobre y te acogen con simpatía. Se agradece la novedad: si sabes cantar o tocar, ya eres uno más. Allí me pusieron el apodo, por una gorra que se parecía a las que llevaban antes los chavales que vendían los periódicos".
Es un viaje a los orígenes que quedará muy bien en un futuro biopic. Si todo funciona con este salto a la primera división, claro. ¿Es consciente que existen puristas que mirarán con sospechas el cambio de camiseta? "Vaya estupidez. Nadie puede decir que James Brown hizo peor música en Polydor que cuando comenzaba a grabar con King Records, que era una independiente. Más que la discográfica, lo importante es tu capacidad de mantenerte leal a tu visión. Yo les diría que escuchen Come and get it sin prejuicios".
En primeras escuchas, el disco parece reflejar influencias más allá del soul sureño. Además, suena más repleto, más sofisticado. "Gracias. Está hecho con Mike Elizondo, que es un productor que viene del hip-hop, colega de Eminem y 50 Cent, pero que también trabaja con Nelly Furtado o Pink. Ha integrado los coros femeninos, conjuga el empuje de mi banda con unos arreglos muy cálidos. Me interesa crecer musicalmente pero siendo capaz de tocarlo en directo. Lo mío no es un espectáculo retro ni una broma para enterados. Odio a esa gente que necesita la coartada de la ironía para disfrutar".
Grabar para una multinacional no sólo se nota en el presupuesto de producción, explica. "Estar en EMI te ofrece mayor visibilidad. Sinceramente, no creo que hoy hubieran venido a verme tantos medios de haber seguido con mi compañía anterior, benditos sean. De todos modos, esto es como el principio de una relación de pareja: podemos ir a mayores o terminar sin hablarnos. Veremos lo que ocurre: si todo va bien, me gustaría probar otras posibilidades, incluso hacer un disco country. Muchos cantantes negros grabaron temas country y ahora parecen músicas enfrentadas, como si estuviéramos hablando de demócratas y republicanos. No es así en mi corazón: las mejores historias están en el country".
Y aunque sea una obviedad, ¿cómo encaja las comparaciones con Amy Winehouse? "No tenemos mucho que ver, ella es más pop en sus planteamientos. Pero, si alguien ha descubierto el soul gracias a Amy, puede acercarse a un concierto nuestro y no va a salir decepcionado. No es chulería, hemos sabido ganarnos a públicos muy duros".
Babelia
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