Obligados a ser 'mulas'

Vinieron para trabajar en la construcción, pero fueron utilizados como mulas para traer bellotas de hachís procedentes de Marruecos. Formaban parte de una organización que traficaba con estupefacientes por toda la región. El grupo, que llevaba un año y medio operando entre Móstoles y el distrito de Usera, ha sido desarticulado ahora con la detención de 15 personas, de origen rumano, según informó ayer la Jefatura Superior de Policía de Madrid. Los agentes han intervenido 1.510 bolas con un peso total de 8,7 kilos.

Las investigaciones comenzaron cuando los agentes de Estupefacientes de la comisaría de Móstoles comprobaron que había un hombre de nacionalidad rumana, el jefe de la banda, que captaba a compatriotas jóvenes en paro bajo la falsa promesa de que les iba a proporcionar trabajo en la construcción. Después, les alojaba en un piso de Usera donde sus compinches les quitaban a los inmigrantes el pasaporte para que no pudieran huir. Sólo se los devolvían cuando entraban en Marruecos, donde les obligaban a ingerir la droga que luego vendían en Madrid.

La policía decomisó 8,7 kilos de droga en un domicilio del distrito de Usera

Los policías descubrieron que los miembros del grupo eran obligados a subir a una furgoneta de la organización mientras el jefe de la banda esperaba ante la entrada del edificio para detectar la posible presencia de la policía. Después, los vehículos se dirigían a Tarifa y Algeciras rumbo a Marruecos, donde los inmigrantes ingerían las bellotas de hachís. Los responsables de la banda siempre les esperaban en la Península.

La banda tenía un domicilio en Móstoles y otros dos en Usera, en uno de los cuales se quedaban los jóvenes que habían viajado a Marruecos para expulsar las bolas. El trasiego de personas en esta vivienda alertó a los policías.

Los agentes siguieron la furgoneta en uno de sus viajes a Marruecos. Tras llegar hasta la frontera, esperaron a que el vehículo volviese a pasar a territorio español para emprender el viaje de regreso a Madrid. En el vehículo iban ocho pasajeros y el conductor. Cuando se encontraban a unos 80 kilómetros de la capital, los detuvieron. Como los investigadores suponían que los viajeros habían ingerido hachís, los sometieron a pruebas radiológicas. Éstas confirmaron las sospechas, según explicó ayer el jefe del Grupo XV de Estupefacientes de la Brigada Provincial de Policía Judicial.

Tras obtener el correspondiente mandamiento judicial, los policías entraron en los domicilios de la banda. En uno de ellos había cinco hombres. La droga estaba oculta en varias cajas fuertes, además de en otros escondites repartidos por la vivienda. El supuesto jefe de la banda fue detenido en Móstoles. Ya había sido arrestado por un delito contra la seguridad pública a mediados de 2007.