Almas gemelas
Arsenal y Barça se miden hoy en Londres desde la admiración mutua y un estilo de juego común
El Barcelona agradece poder escaparse de la Liga y abrazarse a la Copa de Europa. El pulso con el Madrid está siendo tan emocionante como agotador, sobre todo por el antagonismo y la rivalidad entre ambos, por el escrutinio diario de sus sensaciones a dos semanas del clásico. La Champions es más agradecida para los barcelonistas por la ausencia madridista, obviamente, y porque los cuartos de final les miden a un rival con el que comparten muchas cosas. El Arsenal es primo hermano del Barça. Tienen los mismos gustos, se inspiran en las mismas fuentes, son dos románticos del fútbol y se admiran sin ser clónicos.
Hay que reparar en los detalles para advertir las diferencias entre dos equipos muy académicos y respetuosos con las esencias del juego. Ambos han evolucionado a partir del passing-game, del toque, del fútbol de ataque, de la técnica, del 4-3-3. El Arsenal es tan puro que a veces resulta ingenuo, como si lo compusieran juveniles bien uniformados y mejor adiestrados. A los muchachos se les guarda un respeto angelical. Nadie refleja mejor la semblanza de los gunners que Cesc: a los 22 años, ya es una figura. La suerte de su conjunto depende de que se recupere de la lesión que sufre.
Messi también tiene 22 años y, a diferencia de Cesc, no sólo es muy bueno, sino que es el mejor jugador del mundo y ha ganado más títulos. La experiencia juega a favor del Barça, un equipo hecho y derecho al que como tal se trata, con mayor dureza. Frente al dinamismo del Arsenal, los azulgrana anteponen el juego de posición. Aun siendo similares, no juegan igual: unos están y los otros llegan. Al Barça le vendría bien un poco de la vitalidad del Arsenal porque últimamente se le ve muy profesional y fiable, pero también menos fluido y divertido, como si se sintiera exigido y sus futbolistas más delicados no hubieran alcanzado todavía su mejor punto de forma.
La reaparición de Xavi puede ser decisiva ante la ausencia de Iniesta, de la misma manera que parece tan importante marcar un gol como mantener la firmeza defensiva. Valdés ha dejado a cero su portería en 23 de los 42 partidos disputados y los azulgrana están invictos en campo contrario desde agosto de 2008, aunque en las últimas siete visitas han empatado en seis y ganado en Kiev. El Arsenal, mientras tanto, sólo ha perdido un partido europeo en el Emirates, la semifinal de 2009 ante el Manchester United. Ataca muy bien en su estadio, es el equipo que más remata de los cuartofinalistas (18 goles y 67 tiros) y en la Premier sólo ha cedido ante el propio United y el Chelsea.
Los dos cuadros se adoran, el césped estará rápido y los entrenadores se piropean. "Empezó su tarea como un postre en su carrera y ahora necesita ganarlo todo durante 20 años", afirmó Arsène Wenger de Pep Guardiola; "es fantástico lo que ha hecho". Y pronosticó: "Queremos hacer un partidazo. Dar un encuentro inolvidable a nuestros hinchas. Amo a mi equipo y siento una gran emoción antes de enfrentarme al Barça. Nuestro deseo de ganar marcará la diferencia". Wenger sólo le ha empatado un partido al Barça y ha perdido cuatro, entre ellos la final de París en 2006.
Guardiola recogió el guante: "Wenger es uno de los mejores entrenadores. Ha cambiado el estilo del Arsenal, que es hoy un equipo admirado, atractivo, bonito de ver". "Necesitaremos atacar de forma ordenada y defendernos de manera agresiva", añadió; "habrá que tener el balón más que nunca, juntarse mucho y ser solidarios cuando lo maneje el Arsenal, ser intensos". Y aseveró: "Llevamos mucho trajín, pero llegamos bien al partido". Ambos equipos necesitan tanto la pelota que prometen ir a por ella nada más sacar del centro. El partido se presenta emocionante, y más para Henry, que vuelve adonde aún es un icono. Qué bonito es el Emirates, qué amables son los del Arsenal, qué bien está Londres, qué buena resulta la Champions.
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