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La Noche de los Teatros
Columna
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Objetivo, el alcalde

La sanción del PP a Manuel Cobo y Ricardo Costa es como para partirse de risa o de no sé qué. En primer lugar, se trata de un agravio comparativo para el vicealcalde de Madrid, y, de rebote, para el propio alcalde, acosado desde siempre por Esperanza Aguirre y sus secuaces. El motivo que han esgrimido para sancionar a Cobo son unas declaraciones contra la presidenta que muchos, incluso populares, consideran verdades como puños. ¿Por qué no se sanciona, por ejemplo, al eurodiputado Mayor Oreja, que no se cortó la lengua en Bruselas para atacar mendazmente al Gobierno y soltar por su boquita frases impresentables dignas de un juzgado de guardia? ¿Por qué se castiga de igual modo que a Cobo, a Ricardo Costa, cuya lista de infracciones anda todavía por los tribunales? ¿Quién perjudica más a la imagen del PP, Mayor Oreja, Costa, Manuel Cobo, el señor Aznar o esa señora que va por ahí incitando a una rebelión popular contra las autoridades de la nación?

Veremos qué pasa ahora, porque todo parece indicar que Ruiz-Gallardón se niega a apartar a Cobo de sus importantes cargos del Ayuntamiento. ¿También sancionarán al regidor? La cosa suena a que el objetivo es ir a por el alcalde. De momento lo están acorralando. Se tiene que defender a diario de ciertos sectores de su partido. Lo raro es que no se haya cansado hace tiempo de tanta gaita y tanto verso suelto. Pero Gallardón es un político de raza y tiene anchas espaldas. A lo mejor a sus enemigos les va a salir el tiro por la culata. En pocos meses veremos los resultados de esta trama feroz contra el alcalde de Madrid propiciada por su propio partido. De ahora en adelante, el enfrentamiento entre la presidenta y el alcalde tiene visos de convertirse en una auténtica guerra interna cuyo final es imprevisible.

¡Ojo, Gallardón, que van a por ti!

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