Garnica denuncia el "absoluto" control político de Caja Vital

El presidente de la plataforma Vital Sí, Miguel Garnica, advirtió ayer de que a partir del martes, cuando se renueve la mitad del Consejo de Administración de la entidad, Caja Vital estará "más politizada que nunca". La representación política estatutariamente prevista habría pasado a convertirse en control político "absoluto", en virtud del reparto que ha propiciado el pacto entre el PSE y el PNV, y del que el PP se ha negado a participar.

Garnica anunció la intención de presentar una candidatura de la plataforma a la asamblea general extraordinaria del día 30 y pidió "más protagonismo para los impositores" frente a esa "toma de control político". Según sus cálculos, el pacto PSE-PNV no representa a más allá del 35% de los impositores, mientras Vital Sí, que obtuvo el mayor respaldo entre ellos en las últimas elecciones, se ha quedado sin representación en el Consejo de Administración. Por encima de los impositores, acusó, se está utilizando la entidad de ahorro "para fines estrictamente políticos".

Garnica denunció igualmente la acumulación de poder en la persona del presidente de Caja Vital, Gregorio Rojo, que supone su presidencia también de la Cámara de Comercio y la vicepresidencia de SEA. "No es sano" para el sistema que tres motores tan importantes de la vida económica del territorio estén en manos de una misma persona, diagnosticó.

El presidente de Vital Sí hizo alusión también a las salpicaduras que ha tenido para la entidad la investigación judicial que ha propiciado la imputación por presunta corrupción contra su ya ex vicepresidente segundo, Alfredo de Miguel. Garnica mostró su desagrado con el hecho de que Caja Vital esté en boca de todo el mundo por distintos "líos", tanto los políticos como los judiciales. Éstos afectan también a su presidente, recordó, pendiente del recurso a una sentencia que dio la razón al PP al cuestionar su permanencia en el cargo más allá de ocho años.

Sin dimisiones forzadas

Garnica aludió también a la renuncia del socialista Víctor García Hidalgo a entrar en el Consejo de Administración, en este caso "para serenar los ánimos", después de la convulsión de la semana pasada y dada su relación con la investigación del caso Faisán por un presunto chivatazo a ETA sobre una operación policial contra su aparato de extorsión. Todo ese contexto es "muy malo" para la entidad, dijo, y la plataforma Vital Sí no quiere más "dimisiones forzadas" por cuestiones judiciales. Garnica no dejó de recalcar que el propio Rojo está pendiente de la resolución del recurso al primer pronunciamiento de los tribunales en su contra.