_
_
_
_
Reportaje:

Romance español de Dulce Pontes

La cantante portuguesa repasa dos décadas de grabaciones inéditas en 'Momentos'

Madrid es la ciudad del mundo donde ha cantado más veces y España, casi su segunda casa. "Llegó a ser la primera", corrige la portuguesa Dulce Pontes. "Los españoles me recibieron de un modo que no sabría explicar. Ahora me encuentro con personas que conocí aquellos primeros años y con las que he ido creciendo".

A punto de cumplir 41 años, la cantante de Montijo, pequeña población cercana a Lisboa, publica Momentos (Galileo Music), álbum doble con grabaciones inéditas y dúos con José Carreras y el griego George Dalaras. "Durante estos 20 años, que han pasado sin darme cuenta, grabé conciertos y colaboraciones aquí y allá. Empecé a escuchar todo ese material y pensé en rescatar temas que reflejaran el camino recorrido. Además, sentí la necesidad de volver a grabar Canção do mar, por el desafío de ver cómo sería 20 años después, y también para rendirle homenaje a mi tío Carlos, que está ciego pero sigue viendo la vida que ha tenido de verdadero bohemio y excelente fadista", cuenta emocionada.

Dulce Pontes se empezó a curtir en las comedias musicales y en el Casino de Estoril, y hasta representó a Portugal en Eurovisión. Se ríe al recordar que España le otorgó 10 puntos: "La máxima puntuación era 12, pero, caramba, que te dieran 10 estaba muy bien. Me gusta recordar aquel tiempo. Aunque hay canciones como Lágrima que ya no interpreto. Temas que después de años cantándolos hay que dejar descansar para que no se estropeen. Porque las canciones tienen vida propia".

"Llevo años intentando explicar que no hay únicamente fado en lo que yo hago. Toda la música portuguesa que se escucha en el extranjero lleva el rótulo de fado. Creo que se debe a que la gente tiene muy presente a Amália Rodrigues, pero me parece impresionante que un país tan pequeño como Portugal tenga un folclor tan variado. La característica del pueblo portugués, del Portugal profundo, es abrir la puerta y compartir", asegura.

En un disco de 1993 escribió que su madre era Amália, su padre, Zeca Afonso, su abuelo, el folclore portugués, y sus primos, el folclore búlgaro y la música árabe. "Ahora hay un montón de primos más", dice entre risas Pontes que durante el verano de 2008 realizó con Estrella Morente una gira en la que acuñó los términos fadenco y flamado. "Fue como si hubiera conocido a una hermana. Hasta me quedé con su acento".

Otro encuentro maravilloso fue cuando grabó con Ennio Morricone A brisa do coração para el filme Sostiene Pereira. "Lo primero que vi de él fueron sus manos al dirigir la orquesta. Tiene una forma particular de moverlas". Tras sus actuaciones el 14 de mayo en Vecindario (Gran Canaria) y el 23 en Mos (Pontevedra), Dulce Pontes prepara "la grabación en junio de varios conciertos al aire libre en Portugal". Al mismo tiempo está trabajando en un disco de composiciones propias, Nudez, y en otro con canciones en español, catalán, gallego y euskera. No suelta prenda sobre los títulos, pero estará Alfonsina y el mar, que descubrió no hace mucho en la voz de Mercedes Sosa. "Me enamoré en plan obsesivo".

La cantante portuguesa Dulce Pontes, fotografiada en Madrid.
La cantante portuguesa Dulce Pontes, fotografiada en Madrid.SAMUEL SÁNCHEZ
Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_