Los agentes de tráfico cortan el tráfico

A petardazo limpio y ocasionando importantes problemas de tráfico en el centro. Unos 800 policías municipales y agentes de movilidad se manifestaron ayer por la mañana entre la glorieta de Ruiz Jiménez y la sede del PP, en la calle de Génova. Reclamaban que el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, retire de manera inmediata el decreto por el que se subirá el sueldo a los funcionarios que trabajen más.

Los representantes de los seis sindicatos convocantes entregaron una carta al presidente de los populares, Mariano Rajoy, en la que piden que acabe "con la actitud dictatorial" del Ayuntamiento de Madrid.

La carta también exige una reducción de los 1.525 altos cargos que tiene el Ayuntamiento madrileño, que arrastra una deuda de 7.000 millones de euros. "Con sólo la supresión de 375 de estos altos cargos, se podrían crear los 1.500 puestos de trabajo para policías y 400 para agentes de tráfico", recoge la carta al referirse a una promesa electoral del PP. Un policía municipal cobra unos 1.800 euros al mes.

Justo delante de la marcha, unos agentes simularon un vía crucis: uno de ellos llevaba una cruz a cuestas y pedía que no se aplicara el decretazo, mientras otros, disfrazados de romanos, aparentaban darle latigazos. De fondo había una pancarta en la que se leía: "Gallardón, no seas Poncio Pilatos". Durante el recorrido, los manifestantes lanzaron petardos y hasta una traca, que puso el final a la manifestación en la que hubo una fuerte presencia de antidisturbios. Los sindicatos piden a los agentes que no se apunten a la bolsa de trabajo que prevé el decreto, de forma que no se cobren ni jornadas fuera de convenio ni horas extra. "No vamos a permitir que se rompa el derecho a la negociación colectiva. ¿Por qué nos imponen a nosotros el decretazo y siguen negociando con los bomberos?", destacó Javier Payar, de UPM.

Mientras los agentes se manifestaban, el alcalde Gallardón presentaba las cámaras de vigilancia instaladas en los autobuses de la EMT. Hasta la fecha están implantadas en 325 de los 2.100 vehículos de la flota. El resto las recibirá paulatinamente hasta el verano de 2011. "Estos dispositivos harán que todos nos sintamos más seguros cuando subamos al autobús", aseguró el regidor. Cada autobús irá equipado con cuatro cámaras: dos delante y otras dos en el centro dirigidas hacia atrás. Grabarán siempre que el vehículo esté en servicio y las imágenes quedarán almacenadas durante siete días en un disco duro del propio coche.