Una cárcel en ruinas para el homenaje de Coixet a Berger
La galerista Rocío Santa Cruz lleva el montaje a A Coruña
Procura siempre introducir una etapa o vínculo con Galicia en el recorrido internacional de sus producciones como editora y galerista de arte contemporáneo. Rocío Santa Cruz (A Coruña, 1967) es la mejor de Cataluña, como reza el premio que le entregarán los críticos de arte el 23 de abril, la festividad de San Jordi. Todo un logro cuando no hace ni dos años que la galería y editorial de libros de artistas que dirige, Raíña Lupa, dejó atrás tres lustros de trayectoria en París para instalarse en Barcelona.
Hasta la antigua cárcel de su ciudad natal llevará este verano el particular homenaje de la cineasta Isabel Coixet al escritor británico John Berger. Y hasta el Auditorio de Santiago traerá, a partir del 8 de julio, al orensano Manuel Outumuro y sus Veinte años fotografiando moda, que ahora está en el Museo del Diseño de la capital catalana. "Son todas producciones sin un céntimo, ni ayuda de la Xunta", se queja.
Tiene en cartera para este año unir, para un libro y una exposición, a Manuel Rivas y Tim Robbins. El famoso actor y cineasta eligió los selectos formatos de libros ilustrados editados por Santa Cruz para desvelar su desconocida e inédita faceta de fotógrafo. Otro proyecto en curso es una muestra en Barcelona de su compatriota Premio Nacional de Fotografía Manuel Vilariño.
Rocío Santa Cruz está molesta con el Gobierno de Núñez Feijóo. La Consellería de Cultura y el Xacobeo alegaron falta de dinero para declinar participar en el espectacular montaje de From I to J en la antigua cárcel coruñesa y llevar hasta Santiago la retrospectiva de Outumuro. Por falta de financiación hubo que recortar esta última para exponerla en Galicia. "No es que no vean en la Xunta la proyección internacional de estas muestras, las vetó por un problema político", denuncia la galerista, "sólo porque colaboran los ayuntamientos de A Coruña y Santiago donde gobiernan PSOE y BNG, así de claro".
Coixet y Santa Cruz visitaron la semana pasada la abandonada prisión frente a la Torre de Hércules y se quedaron impactadas. No podían soñar mejor escenario para escuchar la voz de actrices como Penélope Cruz, Monica Belluci, Isabelle Hupert o María Medeiros leyendo una de las cartas en las que Berger basó su última novela, las misivas de Aída a su enamorado Xavier, recluido en una cárcel.
"No tocaremos nada, es muy fuerte estar en la antigua cárcel, es cómo si hubieran abierto las puertas y los presos sencillamente se hubiesen marchado, dejando sus pertenencias que siguen allí intactas en cada celda", explica Santa Cruz. Con o sin ayuda, la pretende reivindicar el pasado de la cárcel y su inmenso potencial para reconvertirse en centro cultural estará lista en julio. "Hay que parar esa pretensión de transformarla en Parador Nacional", clama la galerista.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.