Un estudio confirma contaminación por flúor cerca de Alcoa
Los alrededores de la factoría de Alcoa, en el municipio lucense de Cervo, están contaminados por flúor en un radio de tres kilómetros. El efecto es consecuencia de la emisión de partículas con alto contenido de fluoruros que proceden de esta empresa líder en España en la fabricación de aluminio. Es la propia empresa la que se encarga de realizar las mediciones, ya que las estaciones de control de la Xunta están abandonadas.
El dato lo dio a conocer la Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galicia (Adega), tras haber tenido acceso a las investigaciones realizadas por la edafóloga de la Universidade de Santiago Esperanza Álvarez Rodríguez. En un estudio, la investigadora viene a confirmar las sospechas vecinales cuando hace años, por iniciativa propia, habían encargado análisis en reses ovinas muertas. Los resultados concluían que los niveles de flúor eran muy altos.
Por eso, para los ecologistas no hay ninguna duda de que la emisión de partículas con alto contenido en fluoruros por parte de Alcoa "es la responsable de la contaminación". Ésta resulta más intensa en las inmediaciones de la fábrica. Más allá del perímetro de tres kilómetros a los que se refiere el documento, los niveles detectados son similares a los habituales.
Ovejas contaminadas
Para llegar a estas conclusiones, la edafóloga recogió 109 muestras de suelo, 283 de vegetación y recopiló otras de agua tomadas cada mes durante un año en 23 puntos diferentes. También tuvo en cuenta los análisis encargados por los vecinos de la zona próximos a la factoría y que consisten en 18 ejemplares de hojas, frutos y tierra; dos muestras de huesos de oveja de las explotaciones ganaderas y cuatro de agua de pozos domésticos.
Las ovejas son los animales más sensibles a los fluoruros, puesto que las partículas con concentraciones superiores a los parámetros normales sedimentan en la vegetación y acaban contaminando a los herbívoros. También se advierte que "no es seguro" beber agua de los pozos sin realizar análisis periódicos y se debe tener especial cuidado con niños menores de ocho años, al ser los más expuestos al riesgo de fluorosis dental.
Ante esta situación "preocupante", Adega exige a la Administración y a la empresa que tomen las medidas precisas para garantizar la salud ambiental y demanda indemnizaciones por los daños.
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