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Relevo en Chile

La oportunidad de un empresario

Jorge Marirrodriga

Impetuoso, confiado y con objetivos definidos. La vida personal y profesional del nuevo presidente de Chile ha estado siempre marcada por la determinación y la seguridad a la hora de tomar decisiones arriesgadas. La gran incógnita es si Sebastián Piñera (Santiago de Chile, 1949) mantendrá el mismo estilo en la presidencia. Ocupar el Palacio de la Moneda con el respaldo en las urnas de sus compatriotas ha sido desde siempre uno de los objetivos personales de este político y empresario conservador. El objetivo está conseguido.

Piñera se formó en la Universidad de Harvard, lo que, junto a su carácter, le hace ver la vida más como un conjunto de oportunidades que hay que saber aprovechar que como una carrera de obstáculos. Así, no dudó a la hora de apoyar, con sus declaraciones y su dinero, la campaña en contra de la continuidad en el poder del dictador Augusto Pinochet en el referéndum de 1988. Sabiendo que la dictadura estaba condenada, la lucha entre los políticos demócratas se produjo en el interior de la Concertación. Piñera, hijo de uno de los fundadores de la Democracia Cristiana y con un hermano ministro de Pinochet, vio de algún modo que en el interior de esa formación tendría muy difícil imponer su visión de cómo debía ser Chile.

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Es un político que no se siente cómodo en el juego político. Y por ello apostó por Renovación Nacional, entonces un pequeño partido de derechas donde en un principio convivían pinochetistas con partidarios de una transición a la democracia. Algo que muchos en aquel momento consideraron un suicidio político. Pero dos décadas después, y tras una transformación en fuerza de tendencia liberal-conservadora, Renovación Nacional ha sido la formación a lomos de la cual Piñera ha llegado a la presidencia de la República.

Su vida empresarial no ha sido muy diferente de la política cuando se trata de adoptar decisiones arriesgadas. Un Piñera apenas treintañero impuso su criterio para introducir las tarjetas de crédito en Chile y convirtió al país en el mayor emisor de esta forma de pago de Suramérica, algo que consiguió dinamizar la economía.

Años más tarde se hizo con la aerolínea de bandera chilena, Lan Chile, entonces muy por detrás de sus grandes rivales de Brasil o Argentina. Hoy en día es una de las más fiables y rentables del continente. Su imperio se ha diversificado y abarcado tanto medios de comunicación como equipos de fútbol, pasando por cadenas de parafarmacias. Pero no se trata del clásico caso de empresario metido en política. Antes de asumir su cargo, Piñera se ha tenido que deshacer de parte de sus participaciones y en ningún momento se ha declarado partidario de aplicar fórmulas empresariales a la gestión del país.

El sueño del presidente de Chile era pasar a la historia como el mandatario con el que el país suramericano consiguió superar en renta por habitante a Portugal. El terremoto ha derrumbado esa perspectiva, pero Piñera ya lo ha convertido en una oportunidad: la de ser recordado como el presidente de la reconstrucción. El temblor durante la ceremonia de jura, lejos de ser un mal augurio, para él es un recordatorio.

Una gran fortuna

- Piñera, de 60 años, es uno de los 36 latinoamericanos de la lista de los más ricos de Forbes, que calcula su fortuna en 2.200 millones de dólares. En la lista mundial, ocupa el puesto 437.

- Se hizo rico con el negocio de las tarjetas de crédito, que introdujo en Chile.

- Posee un canal de televisión, tierras en el sur del país, un paquete accionarial en el equipo de fútbol Colo Colo (uno de los más laureados) y un 11,3% de la arerolínea Lan Chile (ha prometido vender sus títulos).

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Sobre la firma

Jorge Marirrodriga
Doctor en Comunicación por la Universidad San Pablo CEU y licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra. Tras ejercer en Italia y Bélgica en 1996 se incorporó a EL PAÍS. Ha sido enviado especial a Kosovo, Gaza, Irak y Afganistán. Entre 2004 y 2008 fue corresponsal en Buenos Aires. Desde 2014 es editorialista especializado internacional.

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