El Ayuntamiento culpa a Endesa de no señalizar el transformador de La Verneda

Josep G. G., el bombero que murió electrocutado al intentar rescatar a un niño en La Verneda, no podía saber que en el solar había un transformador de media tensión. Entre otras cosas, porque no había ninguna señal visible. Eso sostiene el Ayuntamiento de Barcelona, que ha abierto una investigación y ha otorgado a Josep, de 28 años, la medalla de oro al mérito en acto de servicio. Vecinos, sindicatos y el vigilante de seguridad donde ocurrió la desgracia coinciden en la falta de señalización. Y aseguran que la eléctrica sólo enganchó un cartel en las vallas metálicas un día después del accidente.

El Consistorio sostiene que la instalación -ubicada en la antigua sede de Cobega, comercializadora de Coca-Cola en España- no estaba bien indicada. De modo que, cuando los bomberos acudieron a la llamada para rescatar al niño, desconocían que había riesgo de descargas. El Ayuntamiento se reunió ayer con los sindicatos y anunció, en un comunicado suscrito por todos los grupos, que investigará los hechos y que podría acudir a los tribunales para depurar responsabilidades.

El chaval de 12 años que se coló en el recinto -y que ayer permanecía ingresado en el hospital en estado grave- accedió al habitáculo del transformador por el hueco de una rejilla de ventilación. Lo hizo con ayuda de una escalera metálica que, al contactar con una parte de la instalación, soltó el primer chispazo. Fruto de esa descarga, el menor cayó al suelo y quedó atrapado. Los bomberos no sabían que allí había esa instalación. De lo contrario, habrían pedido que se cortara el suministro eléctrico como, de hecho, es habitual en este tipo de actuaciones. Tras hacer el agujero más grande con una maza, el bombero llegó al suelo y, nada más pisar la escalera -que tenía carga eléctrica- resultó herido. Su compañero intentó ayudarle y también recibió la descarga. Este último ya ha sido dado de alta.

Ni siquiera el vigilante del solar sabía que allí había un transformador. De hecho, en la llamada a Emergencias alertó de que el menor había quedado atrapado en una suerte de caldera. "No se podía saber que en una esquina, enterrado en una zona llena de cascotes, hubiera un transformador", sostuvo ayer Miguel Díaz, responsable de UGT en los Bomberos de Barcelona. Según Díaz, el sindicato ha comprobado que el sábado, un día después del accidente, la compañía Endesa "arregló un poco la instalación" y puso un cartel en el vallado metálico del solar, de más de 30.000 metros cuadrados. Varios vecinos de los bloques próximos al solar, junto a la estación de metro de La Pau, corroboraron esa tesis y apuntaron que el aspecto del cartel parecía nuevo.

Sobre este extremo, la compañía no dispone de información. "No sabemos si se ha puesto ese cartel o no, pero nosotros decimos que el transformador estaba perfectamente señalizado y precintado", explicó un portavoz de la compañía. El problema es, según el mismo portavoz, que tanto el menor como el portero no accedieron por la puerta principal, sino por una lateral. Según Endesa, los bomberos conocen todas sus instalaciones en Barcelona.