La necesaria reacción de Europa

¿Pierde peso e influencia Europa en la escena mundial? ¿Puede ser la Unión Europea un agente global con voz propia o está perdiendo posición frente a China? ¿O es víctima de su propio éxito? ¿Pierde ambición e ilusión su proyecto? ¿Está Europa, como ha alertado Edgar Morin, sonámbula y necesita despertar?

Sin duda, la entrada en vigor del Tratado de Lisboa el pasado 1 de diciembre de 2009 se ha visto ensombrecida por varios acontecimientos y "noticias amenazantes" en la escena global que siembran dudas sobre el posicionamiento y prestigio internacional de Europa. Mencionamos algunos:

-Cumbre de Copenhague sobre el Cambio Climático (diciembre de 2009), en la que el acuerdo final se fraguó entre EE UU, China, India, Brasil y Suráfrica (algunos de los principales países emergentes), a espaldas de la UE y al margen de la ONU, institución responsable de la Conferencia.

Europa debe transformarse para liderar una economía global basada en la innovación

-Reciente entrada en vigor de la mayor zona de libre comercio mundial en Asia. El pasado 1 de enero de 2010 China, Brunei, Indonesia, Malasia, Filipinas, Singapur y Tailandia crean un espacio prácticamente libre de aranceles, y de costos más reducidos de comercio, para 1.900 millones de personas (casi cuatro veces más que la UE, aunque en términos económicos aún se mantenga lejos de las cifras europeas).

-El anuncio de que el presidente de EE UU, por primera vez en la historia, no participará en la próxima Cumbre Anual EE UU-Europa (Madrid, mayo de 2010).

-La crisis económica mundial ha afectado mucho más a Europa (junto a EE UU) que a otros países (China, India, Brasil, Perú, Australia, Corea, Indonesia, etc.).

El modelo europeo

También internamente han aparecido reservas hacia el proyecto europeo. A pesar de ello, conviene resaltar algo esencial: la UE no es sólo una historia de paz, democracia y estabilidad, sino que transmite un poder de atracción y transformación único y excepcional.

Como nos recuerda Parag Khanna (autor de El segundo mundo - Imperios e influencia en el nuevo orden mundial), la UE es "el imperio más popular y próspero de la historia porque no domina, sino que disciplina". Este analista destaca que los incentivos de la europeización -la libre circulación, la adopción del euro como moneda única y las subvenciones- son demasiado buenos para no quererlos. Así, la gradual unificación del oeste y el este de Europa no es sólo política y económica, sino también cultural. "Transforma las identidades de los países europeos de tribales a cosmopolitas" y el dinamismo de las nuevas incorporaciones a la UE ha provocado un "federalismo competitivo" que incentiva la economía en su conjunto.

Aunque la marca Europa goza en el mundo de un alto prestigio, la UE necesita un nuevo impulso, que surja de sí misma. Europa debe transformarse para liderar una economía global basada en la innovación.

Medidas innovadoras ante desafíos sin precedentes

Recientemente en el seno de la Dirección General de Empresa e Industria de la Comisión Europea, un selecto Panel Empresarial ha alumbrado el documento Reinventar Europa mediante la innovación de una sociedad del conocimiento a una sociedad de la innovación (http://ec.europa.eu/enterprise/policies/innovation/files/panel_report_en.pdf)

Sus responsables proponen basar la acción de la Unión Europea en los desafíos sin precedentes a los que nos enfrentamos, y formulan un paquete de propuestas que se resumen a continuación:

-Ampliar el concepto de innovación, aplicándose tanto a innovación empresarial como a innovación social;

-Incentivar a gran escala las innovaciones surgidas a nivel de base;

-Apostar por la colaboración público-privada, incluso en el ámbito transnacional;

-Incorporar la velocidad y la sincronización a todos los niveles en la UE, mediante alianzas flexibles y regulaciones pro-innovación;

-Transformar el sector público;

-Liberar el potencial de nuevas infraestructuras, implementando el "acceso abierto" a la banda ancha y a las redes eléctricas inteligentes;

-Implementar modelos innovadores de financiación (fondos de capital riesgo y de innovación social);

-Impulsar espacios para las nuevas formas de colaboración (por ejemplo, entre laboratorios de innovación), aprovechando el poder de las redes y el acceso del conocimiento por Europa y a nivel global: Innovación abierta.

¿Hará esta visión transformadora que Europa se reinvente a sí misma y emerja decididamente como el líder positivo que el mundo está reclamando? Y en nuestro País Vasco, en un contexto global-local complicado, ¿es esta hoja de ruta también un referente para nosotros?

Paul Ortega es Director de Programas del Área de Internacionalización de Innobasque-Agencia Vasca de la Innovación (http://www.thoughtineuskadi.com/).