Siguen encerrados los alumnos del Conservatorio

Los estudiantes consideran, al igual que los profesionales del sector, que el citado decreto deja la música a un nivel inferior al de las asignaturas conocidas como Marías (religión, política y gimnasia).Los afectados añaden que, aparte de lo que el decreto supone para la formación cultural del país, significa cerrar una puerta más a las posibilidades de trabajo de los músicos, que solamente en Madrid alcanzan un nivel de paro del 80 %. Además, el hecho de que se establezca que «las enseñanzas de música y actividades artísticas culturales y las enseñanzas y actividades técnico profesionales estarán impartidas por el profesorado del centro o por otros profesores contratados al efecto» deja en manos de los profesores licenciados en. cualquier asignatura la supuesta enseñanza de una disciplina que no conocen y a la que son totalmente ajenos.

Los estudiantes encerrados en el Conservatorio de Madrid tuvieron ayer una reunión conjunta con sus profesores, al término de la cual hicieron público un comunicado en el que, tras protestar por la promulgación del decreto del 28 de febrero, pedían su derogación y su sustitución por una normativa en cuya elaboración participen los músicos. Asimismo, los estudiantes solicitaban la dimisión del ministro de Educación y Ciencia, de los directores generales del Patrimonio Artístico y Cultural y de Enseñanza Media, del comisario nacional de la Música y del presidente del Consejo Nacional de Educación.

Asimismo, el comunicado denuncia la ausencia de una política musical coherente y coordinada, que ha dado como resultado la crisis permanente en que nos movemos, tanto en el aspecto docente -institutos nacionales de bachillerato y conservatorios, por ejemplo- como de difusión -centralismo en las orquestas, festivales y semanas, entre otras cosas- Tales problemas inciden en el Conservatorio -señalaban- y en la enseñanza que en él se imparte, caracterizada por la masificación, poca racionalidad del plan de estudios y los problemas laborales del profesorado.

El comunicado de los alumnos condenaba, por último, la entrada de la fuerza-pública en el Conservatorio, ante una manifestación ordenada y de régimen interior del mismo.

La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando acordó, en su última sesión, expresar a las autoridades del Ministerio de Educación y Ciencia su profundo disgusto y malestar ante la reglamentación de las enseñanzas de música en los institutos, «reglamentación que coloca esas enseñanzas en un plano absolutamente ineficaz, contrario a todas las exigencias de la moderna pedagogía de la sensibilidad, y que, además, constituye una seria desvalorización-académica y profesional para los titulados del Conservatorio».

Según los encerrados, recibieron telegramas de apoyo de la Federación de Músicos y del Sindicato Unitario de Músicos.