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La ira de Pisos Planes sacude El Vendrell

El alcalde llama a respetar la legalidad tras la batalla campal que dejó a cinco 'mossos' heridos - Los vecinos de la barriada protestan por la actuación policialVecinos de Pisos Planes lamentan la falta de trabajo, el menudeo y el celo policial

Indignación y piedras. En la barriada de El Vendrell (Baix Penedès) conocida como Pisos Planes se amontonaban ayer los cascotes con los que un centenar de vecinos, en su mayoría inmigrantes marroquíes, respondieron a una detención policial el pasado miércoles. El enfrentamiento empezó cuando los Mossos d'Esquadra solicitaron la documentación a un joven marroquí de 19 años que llevaba hachís y se comportó de forma "sospechosa", según la policia, que sostiene que el joven se encaró violentamente con los agentes.

En Pisos Planes se cuenta otra historia: cuatro agentes agredieron sin motivo aparente a un marroquí, luego a su hermano y luego a su padre. Los vecinos se amotinaron y arreció la lluvia de piedras. La refriega, en la que participaron una treintena de agentes y que obligó a cerrar la barriada, se zanjó con cuatro detenidos y cinco agentes contusionados.

El alcalde, Benet Jané (CiU), lamentó ayer los hechos, que calificó de "aislados". "Aquí no hay problemas de convivencia", dijo antes de avisar que se se mantendrá la presión policial -"si alguien se salta la legalidad vigente, pueden ocurrir cosas"- y pedir a los propios marroquíes responsabilidad porque episodios como éstos "estigmatizan a todo el colectivo".

El incidente motivó reacciones en todos los partidos. La xenófoba Plataforma per Catalunya se ganó los reproches de todos los partidos al calificar la pelea de "síntoma de que la guerra étnica ha empezado". El PSC cargó contra los "grupúsculos de extrema derecha que pretenden sacar réditos electorales del enfrentamiento". Para el PP, el incidente muestra "el fracaso de las políticas buenistas" hacia los inmigrantes.Pisos Planes es uno de los puntos calientes de El Vendrell: área degradada, conflictiva y habituada al menudeo de drogas. Se distribuye en apenas tres calles en las que viven 300 personas que son el principal núcleo de población magrebí del municipio, con el 17% de inmigrantes, el 9% de origen marroquí. "Hay problemas por la propia dinámica de concentración de determinados ciudadanos", precisó el alcalde.

Por las calles de Pisos Planes se palpa cierta familiaridad propia de los que se consideran perseguidos de forma injusta. Dista mucho de ser un gueto, aunque comparte ingredientes: conciencia de aislamiento, sensación de marginación y ánimos deprimidos al calor de la crisis. "La policía nos persigue, viene a por nosotros. Pero si los llamas por algún problema, llegan una hora tarde", resume frustrado Ahmed, joven en el paro, entre el aplauso colectivo.

Said, marroquí de 34 años empleado en la construcción, recoge un canto y simula los lanzamientos del día anterior. "Se veía venir. Aquí hay mucha gente sin trabajo, cada vez pasan más tiempo en la calle. La policía siempre nos trata como a animales", dice con aflicción.

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"Los Mossos cargaban contra todos. Si hay que ser racista, lo soy. Pero no pueden tratarles así sólo por ser extranjeros", lamentó Margarita Moya, otra vecina, de nacionalidad española. Como ella, la mayoría de los nacionales residentes en Pisos Planes apoya plenamente al colectivo marroquí. "Es falso que fuera un enfrentamiento entre inmigrantes y mossos. Fue todo el barrio contra la policía: españoles incluidos. Los agentes repartieron sin mirar a quién", precisa Sergio Gil, vecino de 28 años, indignado tras ver cómo la barriada aparece en los telediarios. "Nadie cuentan la verdad: la pelea la empezaron los Mossos, sólo intentamos defendernos".

La pelea ha erizado los ánimos de una barriada habitualmente tensa. El dueño del bar Tras Tras, centro neurálgico de Pisos Planes donde se recogen firmas contra la actuación policial, advierte de futuros riesgos. "La gente no tiene dinero, no hay trabajo y pasan el tiempo fumando porros. Hay droga, pero por cuatro traficantes pagamos todos. La policía teme no controlar el barrio, pero con violencia sólo irá a peor".

El Ayuntamiento admite que el parón económico ha agrietado Pisos Planes: más gente en la calle, más tiempo, más droga en movimiento. "Nos detuvieron por la cara", afirma Allan, marroquí de 23 años, uno de los detenidos por resistencia a la autoridad. Dice que sólo trató de auxiliar a su hermano, el joven detenido. Ambos salieron ayer del juzgado y regresaron, a la espera del juicio, a la barriada. No tienen empleo al que acudir.

El padre de uno de los detenidos muestra fotos de la pelea entre Mossos y vecinos.
El padre de uno de los detenidos muestra fotos de la pelea entre Mossos y vecinos.JOSEP LLUÍS SELLART

Pujol arremete contra la alcaldesa de Cunit

Jordi Pujol puede gustar o no cuando opina sobre inmigración, pero nadie le podrá reprochar que no se exprese alto y claro. Ayer no fue una excepción y refiriéndose a la alcaldesa de Cunit, la socialista Judith Alberich, que frenó la detención del imán de la población acusado de amenazas a una mediadora social de origen marroquí, le afeó su "buenismo", que "va en contra de los derechos humanos". "La alcaldesa, en lugar de defender el derecho de esta mujer a conducir un coche, trabajar, vivir con normalidad y ponerse el velo o no ponérselo, le dice que no le denuncie", criticó.

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