"Tenemos unos bosques que son un peligro"

Cinco vecinos de Horta de Sant Joan (Terra Alta) comparecieron ayer en el Parlament para ofrecer sus impresiones sobre el incendio que, en julio del año pasado, acabó con la vida de cinco bomberos de élite de la Generalitat. Dos de ellos fueron especialmente críticos con la gestión del fuego y denunciaron que hubo "relajación" y "descoordinación" en el dispositivo. Los otros tres aseguraron, en la línea de lo que sostiene el Departamento de Interior, que el viento que sopló momentos antes de la tragedia fue "excepcional" y, por tanto, difícil de prever.

Todos ellos, sin embargo, coincidieron en que el lamentable estado de vegetación del parque natural de Els Ports agravó las consecuencias del incendio, que arrasó casi 1.200 hectáreas. "Tenemos unos bosques que son un peligro", explicó Salvador Carbó. Los vecinos también subrayaron que en ningún momento hubo riesgo de que las llamas alcanzaran la población.

Lluís Gil y Elías Gil añadieron que desde el principio descartaron que un rayo desatara el incendio y aseguraron que hubo descontrol en el operativo. El primero de ellos, además, afirmó que un agente rural le presionó por defender una tesis contraria.

La sesión de ayer comenzó con una bronca entre la oposición y el tripartito por la presencia en la sala de la directora general de Prevención y Extinción de Incendios, Olga Lanau. A juicio de CiU y PP, Lanau podría intimidar a los comparecientes. En concreto, al jefe de Emergencias en el Ebro, quien afirmó que todos los mandos estuvieron "en su sitio" durante el incendio.