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"El 3.000 loco"

Arturo Casado analiza las claves del intento de récord de Sergio Sánchez hoy en la pista cubierta de Valencia

Carlos Arribas

El 22 de febrero de 2003, el día en que Alberto García, en Sevilla, batió el récord de Europa de los 3.000 metros en pista cubierta (7m 32,98s), Sergio Sánchez, un joven de 20 años, un recién llegado a la élite armado de una ambición tremenda y una capacidad de trabajo sin límites, terminó décimo y último de un 1.500 tremendo (Roberto Parra lo ganó con la magnífica marca de 3m 34,66s). Siete años después, mientras García, ya a punto de cumplir 39 años, agota los últimos suspiros de su larga y azarosa carrera, Sánchez, en la plenitud de la suya, se presenta hoy en la pista de Valencia (Teledeporte, 19.40) dispuesto no sólo a borrar de la tablilla de récords al atleta de Vallecas, sino también a sumergirse por debajo de los 7m 30s, el territorio de los más grandes. Dos liebres, un argentino y un keniano, ya están preparadas. Y, como elementos de continuidad, dos madrileños, Jesús España y Arturo Casado, que ya participaron en el 3.000 de García. España, el de Valdemoro que ganó el Europeo de 5.000 en 2006, acabó entonces segundo; Casado, el miler de Santa Eugenia, que se ha confirmado como una sólida referencia, hizo de liebre.

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Los dos volverán a estar hoy. España, pensando en bajar de 7m 40s, el premio a los duros entrenamientos que ha llevado a cabo este invierno precisamente en Valencia y con la mente más puesta en los Mundiales de Doha, dentro de un mes. Casado, que por primera vez en su carrera se saltará un campeonato -"llevo diez seguidos, al aire libre y en pista cubierta, y ya necesitaba un descanso psicológico para recuperar el coco y entrenar más volumen", dice-, se conforma con bajar de 7m 50s. "Pero no volveré a hacer de liebre", dice; "es durísimo. Como era joven y me entrenaba con él, Alberto García me eligió para su récord y todavía recuerdo la tremenda paliza que me di. Pasé el 1.200 en tres minutos clavados y el 1.000 en 2m 31,19s, que era más de que lo me pidió. Y y no fue nada fácil. Así que en este 3.000 loco podré ver las cosas de otra manera".

Y, desde esa distancia, Casado analiza las claves del intento de hoy de Sergio Sánchez. "Será fundamental la primera liebre. Tendrá que pasar en 2m 30s o un poco menos, pero si falla y se va a 2m 34s, el récord ya no se consigue", dice Casado. La primera liebre será el argentino Javier Carriqueo. La segunda, un veterano keniano, Jonas Cheruiyot, que intentará llevar a Sánchez hasta más allá de los 2.000 metros dejando al leonés las últimas tres vueltas, 600 metros. "El récord de Alberto es muy complicado de batir. No será nada fácil. Sergio tiene posibilidades, pero no excesivas. Tendrá que rebajar en más de 10 segundos su mejor marca. Hay que tener en cuenta que a esos ritmos será muy difícil que pueda recuperar terreno perdido en el último mil. Le será muy difícil bajar de 57 o 58s en ese tramo".

Será, sin embargo, una carrera de récord atípica, pues, aparte del español, un keniano, Augustine Choge, puede no sólo ganar, sino bajar de 7m 30s. El miércoles pasado, en la extraordinaria reunión de Estocolmo, en la que seis bajaron de 7m 35s, Choge ganó con 7m 31,75s. El último mil lo corrió en 2m 55s. El último 200, en 27s.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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