Aprobada la ley que permitirá dos nuevos aeropuertos

Los aeropuertos privados de El Álamo y Campo Real, proyectados por el Gobierno regional en 2007, ya están más cerca de ser realidad. El Consejo de Gobierno que preside Esperanza Aguirre aprobó ayer el anteproyecto de ley de instalaciones aeroportuarias, que será remitido al Consejo Económico y Social para que lo evalúe antes de iniciar su tramitación. Según el vicepresidente regional, Ignacio González, eso supone impulsar los vuelos de negocio en la región, "una necesidad demandada desde hace tiempo".

El Gobierno de Aguirre se escuda en que el Estatuto de Autonomía le otorga la potestad de regular los aeropuertos y helipuertos que no sean considerados de interés general por el Estado central y también aquellos que no tienen actividad comercial. Con la futura ley, el Gobierno regional podrá dar luz verde al aeródromo del sureste -situado entre El Álamo y Navalcarnero, entre la M-404 y la radial 5-, cuyo plan director ya está en fase de elaboración y se especializará en los vuelos de aprendizaje y de negocio.

La intención es terminar de desmantelar el aeropuerto de Cuatro Vientos y absorber los vuelos de negocios de la base aérea de Torrejón. Ya en la legislatura pasada el Gobierno regional recalificó el suelo de Cuatro Vientos como zona verde. Eso estropeó los planes del Ministerio de Defensa, propietario de los terrenos, de obtener plusvalías, como ya hizo con los cuarteles de Campamento. González aseguró además que el aeropuerto de Torrejón "plantea dificultades", porque debe coordinar sus vuelos con los militares y, dada la proximidad con Barajas, dificulta su actividad.

Alternativa a Barajas

También recordó que, junto al aeródromo del sureste, está prevista la construcción de otro en Campo Real, que sería destinado a carga. Los terrenos para este aeródromo, más retrasado en la tramitación, se reservaron hace ahora unos 15 años, como alternativa a las instalaciones de Barajas, mucho antes de que se construyera la T-4. Se reservaron 8.446 hectáreas de la finca Los Altos de Campo Real y, desde entonces, cada seis meses, el Ejecutivo regional renueva la prohibición de construir en estos terrenos.

Además, el anteproyecto contempla la previsible participación de la Comunidad de Madrid en la gestión del aeropuerto de Barajas, una promesa que hizo el presidente José Luis Rodríguez Zapatero y que todavía no ha visto la luz. También establece un registro para los futuros aeropuertos privados, aunque el propio González reconoció que no ha habido nuevas peticiones.