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Mayol quiere limitar la velocidad a 60 por hora en los tramos descubiertos de las rondas

El Ayuntamiento de Barcelona se rinde ante el ruido. En una ciudad tan densa, reconoció ayer la concejal de ICV Imma Mayol, el ruido ambiental es inevitable. "Podemos reducirlo, pero no suprimirlo. No podemos hacer milagros", dijo. Es la primera vez que un miembro del equipo de gobierno admite que la alta densidad de Barcelona acarrea también problemas. Mayol hizo estas declaraciones al presentar un plan para paliar el ruido en la ciudad. Entre las medidas que se estudian para combatir el ruido ambiental, citó la posibilidad de que la limitación de velocidad en los tramos no cubiertos de las rondas pase de 80 a 60 kilómetros por hora.

Hay dos tipos de ruido: el de fondo, originado por el tráfico, y el que produce puntas. La causa principal de estas puntas son las motos y los locales de ocio nocturno, pero también los aparatos de aire acondicionado, motivo de irritación para quien tiene que soportar un zumbido constante en la vecindad.

Distritos más ruidosos

Los distritos con más ruido son el de Sarrià, por el tráfico, sobre todo el de las rondas, y los de Gràcia y Ciutat Vella, a causa de quienes salen de los locales de ocio dando gritos a las estrellas. Los distritos más tranquilos, afirmó Mayol, son los de Nou Barris y Horta.

El Ayuntamiento gastará 112 millones de euros en los próximos 10 años en reducir el ruido ambiental y el otro. Colocará más asfalto sonorreductor y también se propone cubrir con pantallas la zona de Via Augusta que conecta con los túneles de Vallvidrera.

Barcelona dispone ya de un mapa acústico en condiciones, hecho siguiendo criterios establecidos por la Unión Europea. Esto permitirá fijar límites de emisión de sonido en función de determinados horarios: más estrictos entre las 23.00 y las 7.00, y más permisivos de 9.00 a 21.00 horas.

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Mayol hizo una defensa del diálogo como principal instrumento en la lucha contra comportamientos incívicos que generan ruido en la ciudad. Un diálogo, aseguró, que ha hecho que las motos hagan menos ruido ahora que hace unos años. "Hemos hablado con los talleres y colaboran explicando que es ilegal". Asimismo, prevé implantar un "servicio de mediación" que promueva el diálogo entre personas que sufran incomodidades. Además de con los vecinos que tengan aparatos de aire acondicionado -"muchos mal instalados", afirmó-, estos mediadores hablarán con quien tenga una lavadora ruidosa o la ponga por las noches. También se investiga en una sirena para vehículos de emergencias que emita sonido limitado y sólo en una dirección, y no hacia cualquier parte.

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