Manifestación en Pozuelo contra las obras en el centro

Una cincuentena de comerciantes y vecinos del centro de Pozuelo de Alarcón se manifestaron ayer durante una hora en la plaza del Padre Vallet para mostrar su apoyo a David Cediel, trabajador de la empresa Jigar, SA, a la que la constructora Ploder Uicesa le adeuda alrededor de 150.000 euros, según confirmó ayer su propietario, Arturo Sandín. Cediel permanece desde el lunes por la mañana en una grúa, a 40 metros de altura, con un cartel que dice "Ruina consentida". Esta frase alude al Ayuntamiento de Pozuelo, a quien le pide que presione a Ploder, que está preparando un concurso de acreedores, pues debe 81 millones a la banca y 350 a subcontratas.

Pero los manifestantes aprovecharon la concentración, que piensan repetir todos los días, para mostrar su enfado por el retraso que sufren las obras de la plaza del Ayuntamiento, que tendrían que haber finalizado en enero de este año. Los trabajos por los que protestan los vecinos constan de la peatonalización del entorno, la construcción de un aparcamiento subterráneo y su explotación y la rehabilitación de la antigua Casa Consistorial y su ampliación como centro cultural.

"Es una vergüenza que esté pasando esto en Pozuelo. Lo primero que exigimos es que paguen el dinero a ese pobre hombre. Y después que acaben las obras. Como sea, pero que las acaben. Estamos hartos", explica Tomás Toribio, que ayer ejerció de portavoz oficioso de los comerciantes de Pozuelo.

Por su parte, el gabinete de prensa del Ayuntamiento emitió una nota de prensa en la que la relación de Ploder y la empresa del trabajador subido a la grúa es fruto de un contrato privado, por lo que es ajeno al mismo. No obstante, el alcalde del municipio, Gonzalo Aguado, ha mantenido una reunión con los responsables de Pozuelo Infraestructuras, SA, "para exigirles que garanticen la finalización de las obras".