Garzón alega que el Supremo no le ha dejado defenderse
Afirma que investigaron un supuesto cohecho sin permitirle intervenir
El abogado Gonzalo Martínez- Fresneda, defensor del juez Baltasar Garzón, impugnó ayer la segunda querella que el Tribunal Supremo admite contra el juez de la Audiencia Nacional en menos de cuatro meses, esta vez por negarse a abrir un proceso al presidente del Banco Santander, Emilio Botín. Los querellantes tratan de conectar el patrocinio por el banco de unos cursos dirigidos por Garzón en Nueva York con el rechazo por éste de una querella cuyo archivo pidió el ministerio fiscal y ratificó la Audiencia Nacional.
Según Martínez-Fresneda, la actuación del magistrado ponente del Supremo, Miguel Colmenero, causó indefensión a Garzón "al haberse llevado a cabo una instrucción material de la causa sin permitirle defenderse a lo largo de la misma". El abogado detalla pormenorizadamente cómo el magistrado Miguel Colmenero dio audiencia hasta en seis ocasiones a los querellantes y tramitó las diligencias de prueba interesadas e incluso los tuvo como "parte" en el proceso sin escuchar ni una sola vez a Garzón, pese a que éste había pedido información acerca de si seguía un procedimiento contra él en el Supremo. Colmenero recabó del Santander todas las informaciones que pedían los querellantes dejando a Garzón al margen durante siete meses. Para el defensor del juez, la actuación del Supremo es "radicalmente nula" por infracción del derecho constitucional a la defensa, a un proceso público con todas las garantías y a la tutela judicial efectiva.
Martínez-Fresneda plantea también que los hechos son ya "cosa juzgada", dado que el Supremo investigó y archivó una primera querella en la que se atribuía a Garzón haber percibido 1,7 millones de dólares del Santander por una serie de conferencias dictadas en Nueva York.
El abogado de Garzón explica que el Supremo ha hecho caso omiso de los tres escritos en que la Fiscalía mantiene que existe una "identidad sustancial de los hechos" con la primera querella ya archivada y en los que el fiscal asegura que no hay indicios de delito. El defensor insiste en que no se han tenido en cuenta los informes de la Universidad de Nueva York y del Santander, que afirman que Garzón "no recibió jamás, ni directa ni indirectamente, fondos provenientes del Banco de Santander". Actualmente, el Santander sigue siendo patrocinador de la Universidad Rey Juan Carlos de Nueva York.
Martínez-Fresneda se queja del carácter "estigmatizante" del proceso penal y de que uno de los querellantes, el abogado Antonio Panea, intentase acumular este proceso con la investigación de los crímenes del franquismo que instruye el juez del Supremo Luciano Varela. La tramitación en paralelo de ambos procesos incluso ha llevado a que el instructor del Supremo en la querella sobre los crímenes del franquismo, Luciano Varela, diese traslado de un escrito del asunto de Nueva York.
Varela está a punto de decidir si sienta a Garzón en el banquillo, aunque antes tiene que fijar la fianza de Falange y resolver una petición del sindicato ultraderechista Manos Limpias que no quiere representar a Falange en la acusación.
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