Poca nieve, más patrimonio popular

"Es anómalo que Andorra tenga tres grandes premios literarios

[el Llull, el Carlemany i el Fiter i Rossell] y con altos costos; la gente no los siente suyos, lo ve elitista". La frase es de la ministra de Cultura y Educación del Gobierno andorrano, Assumpta Vela, el pasado jueves durante el 30º premio Ramon Llull. Pero es la punta del iceberg de la nueva política cultural del flamante Gobierno del Partido Socialdemócrata de Andorra. Por ello, Vela mantiene ya conversaciones con Planeta y la Fundación Ramon Llull para "hacer del Llull un galardón itinerante por la geografía de habla catalana".

"Creemos en la cultura como contrapeso a la oferta de esquí y shopping, pero no a partir de políticas grandilocuentes o edificios tan singulares como ruinosos", expone Vela, antítesis de la estrategia del gobierno liberal... y ante montañas casi sin nieve. Y ahí está el rechazo al proyecto de Frank Ghery para la sede del Arxiu Nacional de Andorra. "El plan museístico no estaba, había problemas geológicos y no sabíamos el coste final porque Ghery iba a porcentaje según la obra". Resultado: se le ha indemnizado y se ha roto el compromiso. Otro tanto con el concurso no fallado del Museo Nacional de Arte. Así, el Gobierno busca "dos terrenos en la zona de La Massana" y se harán nuevos concursos internacionales. "Hay nueve millones de euros de presupuesto y no puede ser que los dediquemos a según qué cuando nuestro patrimonio cultural está muy descuidado". También zanja la reclamación de piezas románicas a Cataluña: "Si el obispado de Urgell las vendió en su momento, hoy, eso no se puede reclamar".