La crisis hunde la facturación de la cerámica un 37%
Las ventas de la industria retroceden 1.500 millones respecto a 2007
Castellón pasó del pleno empleo técnico en los felices años que precedieron a la crisis a experimentar el mayor aumento del paro en España. Los datos suministrados ayer por la patronal de la industria cerámica, Ascer, ayudan a entender el batacazo: la facturación del sector ha caído 1.520 millones en dos años, lo que supone que las ventas han retrocedido un 37% desde 2007.
La industria española del azulejo y los pavimentos cerámicos, concentrada en Castellón, cerró aquel ejercicio con una facturación récord: 4.120 millones de euros.
En febrero de 2008, el entonces presidente de Ascer, Fernando Diago, auguró que el año sería "bueno". Nada hacía pensar, dijo, en caídas de la actividad. Ese año las ventas retrocedieron un 11,4%. En enero de 2009, la patronal anticipó que el ejercicio sería complejo y no se equivocó: la facturación de las empresas se desplomó el año pasado un 29%, hasta los 2.600 millones, lastrado por el peso muerto del mercado español, que se despeñó un 36%.
La industria creció al calor de la burbuja inmobiliaria y su estallido también le ha provocado graves daños. Pero al contrario que el ladrillo, la cerámica tiene una marcada orientación exportadora: el 64% de la producción se destina al exterior y el ajuste en ese mercado ha sido severo pero menor: cayó un 25% en 2009. Y en él confía para remontar el vuelo a partir del segundo semestre de 2010. Hasta junio, advirtió la patronal, el escenario sigue antojándose "difícil".
Ascer reclamó mejoras en el acceso al crédito y en las coberturas de riesgo a las exportaciones, apoyo público al plan de prejubilaciones, programas de rehabilitación de viviendas y una flexibilización del mercado de trabajo inspirada en el "modelo alemán".
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