El PSC aplaza hasta el verano la candidatura de Montilla

Habló de año electoral en un mensaje navideño criticado tanto por la oposición como por sus socios de Gobierno por parecerse a un mitin, pero la incógnita, decididos el resto de candidatos, es él mismo: el presidente de la Generalitat de Cataluña, José Montilla. Mientras el resto de partidos han elegido ya a sus cabezas de lista para las elecciones autonómicas, el Partit dels Socialistes (PSC) no tiene prisa para entronizar al suyo. "No consideramos otro escenario que la candidatura de Montilla y, en cualquier caso, no será antes de junio", asegura un miembro de la ejecutiva del partido. El propio Montilla se ha reído y se ha encogido de hombros siempre que se le ha preguntado por la cuestión. Inmutable.

Tras la reunión quincenal de la cúpula socialista, su portavoz, Miquel Iceta, apuntaló dos de las claves que se dan por buenas en la calle de Nicaragua: que las elecciones serán en otoño y que el candidato será Montilla. "En otoño habrá elecciones y habrá que decidir entre dos caminos: la defensa del Estatuto y de un gobierno de centro-izquierda presidido por Montilla; o bien otro camino que no se sabe adónde va, con un gobierno de centro-derecha con Artur Mas en la cabeza". Sobre la designación del candidato, calma: "Cuando uno está en la oposición debe hacerlo con tiempo. Nosotros seremos los últimos".

Sólo faltan ellos, los socialistas, y Convergència i Unió, que hoy proclamará candidato por tercera vez a Mas en el monasterio de Sant Benet. Las expectativas electorales de los convergentes marcarán buena parte la estrategia de los socialistas.

Los últimos sondeos preocupan en el PSC porque la ventaja de CiU no hace más que crecer. Tras tres semestres de ventaja socialista, en noviembre de 2008 hubo un punto de inflexión, con empate y, desde entonces, CiU gana en intención de voto. Si la previsión de descalabro fuera a más, ¿estaría dispuesto Montilla a acabar como jefe de la oposición? Se lo preguntan algunos dirigentes socialistas consultados.

El otro elemento decisivo en la campaña del PSC será la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto. Los socialistas la ven hoy más cerca que nunca y, del grado de recorte final, dependerá su reacción siempre en complicado equilibrio. En cualquier caso, la alternativa a Montilla no sería fácil. El único nombre que ha sonado es el de la consejera de Justicia, Montserrat Tura. Ella no ha rechazado la idea y es partidaria, por razones de democracia interna, de que se celebren primarias abiertas a toda la militancia.