Hereu presenta su candidatura para liderar la Barcelona de 2020

Al día siguiente de anunciar que Barcelona opta a ser sede de los Juegos Olímpicos de Invierno en 2022, el alcalde, el socialista Jordi Hereu, esbozó ayer su hoja de ruta para la década que ahora comienza. O, lo que es lo mismo, presentó su candidatura para liderar la Barcelona de 2020. Fue en la conferencia anual del Colegio de Periodistas, celebrada este año en el auditorio del conservatorio del Liceo. Nuevo escenario y nueva escenografía. Hereu abandonó el atril que presidía el proscenio para dirigirse al aforo -unas 500 personas- con un estilo más próximo y directo. "Me voy a mover, que estoy más cómodo", se justificó.

"Tengo la seguridad de que los próximos 10 años serán decisivos para la ciudad, por eso hay que definir bien la agenda del futuro", precisó. Después de señalar que en 2009 han pasado cosas buenas -la nueva terminal del aeropuerto, la seguridad del futuro de la estación de la Sagrera, el arranque de las primeras estaciones de la L9 del metro- y reconocer las malas -los casos de corrupción política, el escándalo del Palau de la Música, las imágenes de la prostitución en la Rambla, 100.000 parados-, Hereu defendió que la forma de combatir la crisis es diseñar el futuro. "No es cuestión de mirar sólo al momento en el que se vive, sino de ir más allá", dijo. Siguiendo esa premisa, Hereu trazó un futuro a 10 años vista. Lo primero, desgranó, es que Barcelona sea el motor económico del sur de Europa. "No hay que renunciar a ser la capital económica del sur de Europa. Hay que hacer una apuesta por la innovación y la creatividad y tener más peso internacional", afirmó. En este capítulo, el alcalde hizo un llamamiento a la sociedad civil, una sociedad civil representada entre el público del auditorio del Liceo -rectores de universidades, empresarios y representantes sindicales- y con una fila cero con una larga lista de consejeros del Gobierno catalán con el presidente José Montilla a la cabeza.

"Necesitamos ser trilingües", apuntó Hereu cuando defendió un pacto para la educación y la creatividad. Ahora, vino a decir, toca inglés. La agenda de compromisos para 2020 que desgranó destaca la necesidad de mejorar la conectividad en todas sus formas: trenes, metro, aviones: "No debe ser un drama ir de Barcelona al Pirineo". La Barcelona de dentro de 10 años depende de proyectos que acaban de empezar.Esos proyectos son el campus del Llevant, la transformación del Besòs, la Sagrera y Glòries, por citar unos cuantos. Y otro eje del futuro de la ciudad es la sostenibilidad: "más allá de la corrección es que hay interés económico en ello. Hay nuevos sectores económicos ligados a las políticas de sostenibilidad".

El alcalde insistió en que el futuro de la ciudad pasa, en buena medida, por lograr barrios y vecindarios cohesionados socialmente: "no podemos fracasar ahora con la segunda generación de la inmigración. La llegada de la primera no ha ido tan mal, nos debemos sentir relativamente satisfechos", sostuvo. En esa proyección a 10 años vista, hay que lograr mejorar barrios y ciudades del área metropolitana: "se tiene que sumar y para ello la gobernanza debe ser metropolitana". Y mirando hacia la capitalidad de Barcelona en la Unión por el Mediterráneo, Hereu dijo que no se conformaba con que la ciudad acogiera al secretariado: "tenemos que ser capaces de promover proyector y propuestas diseñados desde Barcelona".

Esa agenda de objetivos y prioridades a 10 años vista pasa, también, por mejorar algunos de los problemas que más preocupan a la ciudadanía: la seguridad y el orden.

"Y esta agenda de compromisos es perfectamente compatible con la ilusión de que Barcelona pueda organizar los Juegos de Invierno de 2022", aseguró el alcalde. Es más, en su opinión, el diseño de las políticas del futuro pueden ser determinantes para los Juegos: "Los Juegos Olímpicos no tienen sentido sin la agenda previa. Y también al revés: la ilusión por la cita olímpica puede ayudar a vertebrar la ciudad y Cataluña". Es más, el alcalde aseguró que el deporte "es una fiesta y las fiestas generan cohesión".

Sin embargo, la iniciativa de Hereu no era conocida por personas clave en la política y organización de acontecimientos deportivos. Por ejemplo, la secretaria general del Deporte de la Generalitat, Anna Pruna, reconoció ayer que la noticia de la candidatura de Barcelona le llegó "de gente externa" y no directamente del Ayuntamiento. Al ser preguntado por ello, el alcalde restó importancia al hecho de con quién se cuenta para defender la candidatura de Barcelona: "estamos en una fase muy inicial, la de la ciudad que presenta su ilusión. Ahora es cuando habrá que buscar esfuerzos y sumar para lograrlo".

Hereu ha defendido sistemáticamente desde el inicio del mandato que había llegado la hora de trabajar por los barceloneses y sus necesidades sin tener que diseñar un gran acontecimiento para lograr unificar energías. El anuncio de que la ciudad opta a los Juegos de Invierno de 2022 representa todo lo contrario. Al ser preguntado ayer por el cambio de opinión, Hereu argumentó que en un futuro próximo la ciudad estará en mejores condiciones -con la estación de la Sagrera ya en marcha y mejores comunicaciones- y que, por ello, se puede lanzar la idea de los Juegos. La política y la preocupante coyuntura electoral que dibujan todas las encuestas para el equipo que lidera Hereu no tienen nada que ver con el sorpresivo anuncio de los Juegos, aseguró. Al ser preguntado por esa posible relación de causa efecto, Hereu dijo: "Olimpismo y elecciones no tienen nada que ver. Por lo menos yo no estoy obsesionado".