La policía portuguesa busca una casa alquilada por ETA junto a la frontera

La policía portuguesa está convencida de que los dos terroristas detenidos en ese país no iban a ciegas. Están seguros de que tenían ya un destino, posiblemente una casa de alquiler en la que esconderse ellos y el material que transportaban. Por ello han agarrado los documentos falsos de identidad que portaban Garikoitz García Arrieta e Iratxe Yánez Ortiz de Barrón para buscar esa casa de alquiler en la zona que los etarras recorrieron en su huida tras serle incautada la furgoneta repleta de material en Bermillo de Sayago (Zamora). No obstante, sospechan que un tercer terrorista habría hecho por ellos ese trabajo, según fuentes de la investigación.

Los detenidos hicieron un viaje relámpago. La mañana del sábado pasado atravesaron la frontera franco-española con una furgoneta alquilada el 7 de enero en Francia y esa misma tarde se encontraban a una treintena de kilómetros de la marca con Portugal. Parte del material, especialmente los bidones para construir zulos, fueron recogidos por el camino, de ahí que estuvieran manchados de barro.

Las investigaciones apuntan a que Iratxe Yáñez iba a constituir un comando en Portugal mientras que Garikoitz García habría hecho las veces de transportista. Lo que la Guardia Civil sospecha ahora con intensidad es que bien la propia Yáñez o bien un tercer terrorista habrían hecho el trabajo previo de preparar una casa para recibir todo el material. No obstante, las fuentes consultadas ignoran el punto al que se dirigían y del material incautado tampoco puede desprenderse, alegan.

Los dos detenidos en Portugal volverán hoy ante dos jueces lusos que deben decidir si los entregan a España en virtud de la euroorden cursada por la Audiencia Nacional (por tanto, por la vía rápida) o mediante el procedimiento de extradición (más lento). El Tribunal de Relación de Lisboa. El Tribunal Central de Instrucción Criminal decidió anteanoche que los dos sospechosos permaneciesen en prisión preventiva debido a la aplicación, por primera vez desde su aprobación, de la ley lusa de 2003, que contempla el delito de supuesta relación con organización terrorista.