Cinco horas atrapados en el tren
La nieve deja a 16.000 niños sin escuela, cierra carreteras y bloquea líneas férreas
El temporal amaina, pero ayer fue intenso. El día amaneció con 33 personas atrapadas por la nieve en un tren en Falset, donde permanecieron cinco horas, al mismo tiempo que 3.000 camioneros que habían pasado varias horas en aparcamientos de la autopista próximos a la frontera francesa podían reanudar la marcha. Unas 70 personas que viajaban en turismo pasaron la noche en un polideportivo en La Jonquera y 16.000 chavales se quedaron sin escuela por problemas en el transporte escolar. Una mujer de Les Borges Blanques (Les Garrigues) estuvo a punto de parir en un coche de los Mossos y otra de Capçanes (Priorat) esperó con dolores de parto cuatro horas una ambulancia, mientras en La Granadella (Les Garrigues) se desplomaba el techo de una casa y hería de gravedad a su ocupante, un anciano de 89 años. En Cervià de les Garrigues, un pino cayó sobre una casa y la familia que la habitaba tuvo que ser trasladada a un hostal de la localidad.
En este contexto, el retraso de los trenes de alta velocidad de la línea Barcelona-Madrid fue casi una anécdota. La seguridad impuso reducir la velocidad y todos emplearon casi una hora más en el trayecto. También hubo retrasos en los regionales de Lleida y colas en las principales carreteras, sobre todo la A-2.
A los termómetros bajo cero se sumó la alerta por viento en Girona y Lleida. En la comarca del Alt Empordà se preveían rachas de 90 kilómetros por hora. En la zona occidental de los Pirineos, Protección Civil alertó de la posibilidad de aludes debido al viento. Los pescadores del Baix Empordà no pudieron salir a faenar por la mala mar. La carretera se cobró una víctima mortal en la nacional II a la altura de Caldes de Malavella (Selva). El conductor de un coche, un hombre de 60 años, chocó frontalmente contra un camión y murió en el acto. El siniestro no estuvo relacionado directamente con el temporal, según los Mossos d'Esquadra.El temporal convirtió el viaje de Isaura Font, que pretendía ir de Móra la Nova (Ribera d'Ebre) a Barcelona, en un absurdo de ocho horas, cinco de ellas dentro de un tren. El mismo percance sufrieron los 33 viajeros del convoy que se quedó horas parado en la estación de Falset (Priorat). "Me vuelvo", bromeó la joven de 21 años a media tarde, cuando se disponía a regresar en coche a su casa. "A Barcelona ya no llego", lamentó.
El tren, que debía partir a las 6.50 horas, salió con una hora de retraso porque un mercancías bloqueaba la vía. 20 kilómetros más allá, varios árboles caídos sobre la catenaria impedían el avance del tren, y también el retroceso. "Vimos como un relámpago sobre nuestras cabezas y supimos que había ocurrido algo", explicaba Josep Mádico, de 54 años y empleado de banca, que no llegó a la oficina. Los bomberos tardaron dos horas en ganar la estación, incomunicada por la nieve. El chispazo averió la máquina y parte del tren quedó sin electricidad ni calefacción. Los pasajeros se desplazaron hasta la parte caldeada. "Venían con una cara de frío...", recordaba Isaura. Pudieron abandonar el convoy sobre las 13.30, para ir a un restaurante cercano, también sin electricidad por el temporal. Les sirvieron bocadillos y tapas frías, y optaron por volver a Móra ocho horas después de haber emprendido viaje, cinco de ellas en el tren.
El temporal remitirá hoy, pero la provincia quedará a merced de los vendavales. Protección Civil activó por la tarde la alerta por viento, que en el Ebro se espera que supere los 90 kilómetros por hora. En el Pirineo de Lleida los vientos amenazaban con provocar aludes y en las comarcas de Girona hicieron aconsejable dejar varada la flota pesquera.
El temporal dejó grosores de entre 20 y 60 centímetros en amplias zonas del Pla d'Urgell, el Segrià, Les Garrigues, la Noguera y la Segarra. Varias poblaciones permanecieron incomunicadas durante horas hasta la llegada de las máquinas quitanieves. En Cervià de les Garrigues hubo que llevar alimentos a una veintena de temporeros de la aceituna que se quedaron aislados en casas de campo. La nieve y el hielo provocaron por la mañana importantes retenciones en la autopista AP-2, en la autovía A-2 entre Tàrrega y La Panadella, en la N-240 a su paso por Les Borges Blanques y en 40 carreteras secundarias.
En Girona, pasadas las 13.00, un nuevo amago de cierre de la frontera en la AP-7 puso en alerta al territorio, pero la restricción afectó sólo a los camiones y duró media hora. A las seis de la tarde la situación era "de total normalidad", en palabras de alcalde de La Jonquera, Jordi Cabezas. Tanto Interior como el alcalde culparon a Francia del colapso por cerrar la frontera unilateralmente. El secretario del Departamento de Interior, Joan Boada, pidió a Francia que avise con tiempo para evitar que los camiones queden atrapados en las carreteras.
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