Un problema administrativo deja sin ayuda a los dependientes de Pinto
La empresa que debía prestar el servicio pedía un aplazamiento del contrato
Pura, de 91 años, necesita ayuda prácticamente para todo. Tiene alzhéimer y problemas de circulación. Hace siete meses le amputaron una pierna. Su hija Consuelo, de 67 años, y su yerno Manuel, de 69, pueden darle de comer, hacerle compañía o llevarla al baño, pero les cuesta mucho asearla por la mañana. Hasta el 31 de diciembre de eso se ocupaba el servicio de asistencia a domicilio a dependientes de Pinto, pero desde hace una semana ha quedado suspendido.
Por un problema en la adjudicación del servicio, 317 familias con dependientes y las 68 de las trabajadoras cuelgan de un hilo. En los 15 días que el Ayuntamiento estima que tardará en resolverse el conflicto los voluntarios de Cruz Roja se ocuparán de la asistencia de emergencia. Sólo atienden casos en que el dependiente no tiene a ningún familiar que le ayude. "Nosotros podemos hacerlo, pero con mucho esfuerzo", cuenta Manuel. Él debe levantar a Pura a pulso a pesar de tener una mano casi inmovilizada. Las trabajadoras que hasta ahora se ocupaban del servicio permanecen a la espera de que todo se arregle para volver al trabajo.
"No se puede jugar con esto", se lamenta uno de los enfermos
Consuelo y Manuel están con las trabajadoras. Conocen de cerca el calvario que pasaron cuando en agosto tuvieron que ponerse en huelga porque llevaban cuatro meses sin cobrar sus salarios de 700 euros. Esa deuda aún no se ha resuelto y aparece en la base del nuevo conflicto. La empresa prestataria del servicio entonces, Concierto Bienestar, se fue dejando por pagar, además de los salarios, varias cotizaciones a la Seguridad Social. En total, más de 400.000 euros. El 30 de diciembre era el día en que la nueva adjudicataria, Arquitempo, debía firmar su contrato, después de que el Ayuntamiento rescindiera el anterior. Pero la empresa no se presentó y el Ayuntamiento tuvo que negociar de urgencia con la segunda empresa en la lista de concursantes.
Juan Linares, director territorial de Arquitempo, explica que pidió un aplazamiento del contrato para resolver flecos sueltos: "El Ayuntamiento estaba dispuesto a pagar la deuda, pero no hay una cuantificación exacta de a qué asciende. Ni siquiera sabemos de cuántos trabajadores nos correspondería responsabilizarnos". Para el Ayuntamiento, este aplazamiento era inconcebible porque significaría no contar con servicios hasta marzo. El Consistorio asegura que la situación no se alargará más allá de mediados de mes, porque 15 días son el mínimo que fija la ley concursal para cerrar un nuevo contrato.
El PP critica la "constante improvisación" del Ayuntamiento en el asunto de la dependencia, y el malfuncionamiento del servicio en los últimos seis meses. Al PSOE le molesta la actitud del PP, que considera oportunista por entender que el problema procede de una mala negociación del anterior equipo de gobierno popular con Concierto Bienestar. Y los afectados de Pinto se revuelven contra la politización del conflicto: "Mientras los partidos se echan la culpa, los que pagamos somos los usuarios y los trabajadores", explica José Luis Martínez, enfermo de cáncer y dependiente. Los usuarios se quejan de que, por no levantar una humareda política, el Ayuntamiento les ha hurtado información. "No han avisado a los afectados. No se dan cuenta de que no se puede jugar con esto", coincide Martínez con el resto de dependientes consultados.
El problema de muchos usuarios comienza hoy, con el fin de las vacaciones. Es el caso de José Torrente, con un hijo gran dependiente. "Hasta el jueves está todo resuelto porque estoy de vacaciones. Si no reanudan el servicio ese día, no sé cómo lo voy a hacer".
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