Diputados afines al PSC promueven una reforma federal de la Constitución

En Ciutadans pel Canvi (CpC), la plataforma afín al Partit dels Socialistes que cuenta con cinco diputados en el Parlament, están convencidos de que el Estatuto de Cataluña "exprime y agota la Constitución". Y auguran que dentro de unos años, cuando haya finalizado el despliegue de la carta catalana, "puede abrirse una tercera vía alternativa a las dos que habrá, que serán conformarse o el soberanismo: se trata del federalismo", en palabras del diputado y responsable de campañas Toni Comín. De ahí que, en paralelo al clamor de apoyo al Estatut, CpC se haya lanzado a promover una reforma de la Constitución española en clave federal.

La propuesta se recoge en el decálogo Vía federal, que aboga por descentralizar las instituciones, reconocer la plurinacionalidad tanto del "Estado federal" como de las "Comunidades Federadas" -así sugiere que se denominen el Estado y las actuales comunidades autónomas-, un sistema de financiación en la línea del que acaba de acordar Cataluña, y una distribución vertical de las competencias: que se ejerzan desde el nivel que mejor pueda desplegarlas.

'Via federal' aboga por consolidar la plurinacionalidad del Estado

El decálogo también propone un Senado con más peso territorial real, como en Alemania; la plena oficialidad de las cuatro lenguas del Estado en las instituciones federales -que se pueda utilizar en igualdad de condiciones que el castellano, el catalán, el vasco o el gallego en los organismos federales-, descentralizar la justicia para que ganen peso los territorios, y unas infraestructuras en red y no radiales con Madrid como centro.

Comín explica que el decálogo Vía federal es el punto de partida de la campaña que CpC lanzará este año, cerrado el proyecto del pasado, que fue la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) sobre la Ley Electoral.

El diputado reconoce que la propuesta de reforma de la Constitución va más allá tanto de lo que públicamente defienden el PSOE como de la apuesta de los socialistas catalanes. "Si lo suyo es federalismo soft [blando] el nuestro es hard [duro]", dice con ironía y sin dejar de reconocer el Estatut. Entre otras fórmulas para dar a conocer el decálogo, piensan recoger firmas. Pero al contrario de lo que ocurre en Cataluña con las Iniciativas Legislativas Populares que se presentan en el Parlament apoyadas por firmas, llegado el caso no podrían trasladar la propuesta al Congreso de los Diputados, admite Comín. "No hay una forma concreta para solicitar una reforma de la Constitución", lamenta Comín.El último punto del decálogo de Ciutadans pel Canvi abre la puerta, aunque de forma muy ambigua, a que las comunidades federales puedan segregarse, pero no unilateralmente, sino de acuerdo con el Estado federal y el resto de las comunidades. Tras un arduo debate interno, el punto 10, Libre federación, ha quedado redactado como sigue: "Queremos que las comunidades federadas participen libremente en el proyecto común del Estado federal. Por ello en caso de que alguna CF exprese una voluntad política clara y mayoritaria de modificar las relaciones con el Estado federal establecidas en la constitución, ésta preverá los mecanismos de negociación que permitan dar a esta realidad una salida aceptada como democrática por todas las partes concernidas".

El diputado Toni Comín, responsable del texto junto a los también diputados Rosa Maria Farré y Josep Maria Balsells, explica que el último punto del texto se ha inspirado en la experiencia de Canadá: "Allí se sentenció que si hubiera una mayoría independentista significativa en Quebec, el estado no podía ignorarlo, sino que las partes tendrían que negociarlo". "Sí, el decálogo para una constitución federal reconoce la independencia, pero no de forma unilateral", precisa.

Conscientes de que ni la sociedad catalana ni la española están muy por la labor en la aceptación de una vía federal, Ciutadans aspira a recabar adhesiones "entre los hastiados del consenso constitucional, pero que no son partidarios del independentismo". "Están en tierra de nadie y son muchos", asegura Comín.