No hay marcha atrás

La paralización del plan de El Cabanyal "es una decisión sin marcha atrás", afirmó ayer la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, quien, no obstante, matizó que cabe recurso judicial. La ministra subrayó que España es "un país líder no sólo en materia cultural, sino en conservación del patrimonio" y los ciudadanos "saben" que ello "contribuye a que cambien en su ciudad o su pueblo la economía o la dinámica de vida". "España tiene que seguir preservando sus bienes, pero, sobre todo, había un mandato judicial" a cumplir que exigía un informe sobre el posible expolio, concluyó la ministra.

Ante esta nueva situación "a Barberá se le presenta la siguiente disyuntiva: hacer sufrir a la gente o rehabilitar el barrio", aseguró, por su parte, Carmen Alborch. La portavoz socialista en el Ayuntamiento de Valencia pidió al PP que hable "del futuro de El Cabanyal" que, en su opinión, pasa por redactar un nuevo plan consensuado con vecinos, expertos y oposición que "respete" el patrimonio del barrio y lo saque de la degradación. Para Alborch, el actual plan es "desgarrador socialmente" porque implica expulsar familias del barrio y "obsoleto culturalmente porque pertenece a un urbanismo de otras décadas".