El Madrid no levantó la cabeza
Camacho ordenó a los jugadores de Osasuna que defendieran arriba y sólo se replegasen cuando el rival que conducía alzara la vista en busca del pase
¿Cómo conseguir que Higuaín y Cristiano Ronaldo, dos de los puntas más veloces de la Liga, no se aprovechen de los 30 metros libres que separan al portero de los defensas del equipo contrario? Ricardo, el guardameta de Osasuna, lo explicó ayer después de dirigir una defensa que bloqueó como ninguna el ataque del Madrid, el domingo, en Pamplona: "No hay que dejar que el que les da el pase levante la cabeza".
"La clave está en fijarse en la cabeza del rival que lleva el balón", dijo Ricardo. "Nosotros hicimos la presión sobre el que conducía. Fuera Xabi, Lass, Marcelo o cualquiera, para que no levantara la cabeza. Tenían que sentirse exigidos continuamente. En el momento en que no los podíamos presionar y veíamos que levantaban la cabeza para ver a quién daban el pase, entonces todo el equipo tenía que replegarse inmediatamente. Los diez jugadores de campo regresaban y se situaban en la frontal del área".
"Ante los jugadores del Madrid, el fuera de juego es un suicidio", dice Ricardo
La posición de la cabeza del conductor rival sirvió de señal para que todos los jugadores de Osasuna achicaran el campo hacia atrás simultáneamente, evitando así que Cristiano y el Pipa gozaran de espacios para exhibir sus poderes. "Ese repliegue lo hacemos muy bien", apuntó Ricardo. "Otros equipos, como el Atlético de Abel, intentaron tirar el fuera de juego. Pero eso, contra jugadores tan veloces y hábiles como éstos, es un suicidio".
"Hay que alejarlos de nuestra portería", les dijo José Antonio Camacho a sus jugadores el domingo pasado. El técnico de Osasuna no les pidió nada nuevo. Nada que muchos entrenadores no hayan exigido a sus defensas antes de enfrentarse al Madrid. La táctica era aparentemente vieja: adelantar la línea de presión bien arriba para evitar que Cristiano, Higuaín, Benzema, Marcelo y Van der Vaart, la delantera más goleadora de la Liga, activaran sus cañones. El Marsella, el Atlético, el Villarreal, y el Espanyol, entre otros, lo habían intentado. Nunca funcionó. Pero a los chicos de Osasuna la maniobra les salió perfecta. El Madrid tiró menos que nunca en esta Liga entre los tres palos: cinco veces.
"Para jugar con una defensa muy adelantada contra jugadores tan desequilibrantes", explicó Ricardo, "el portero tiene que estar muy atento a los pases largos para anticiparse. El Madrid lo intentó tres veces y yo me adelanté las tres. Además, necesitas que tus defensas se coloquen bien y sean muy rápidos para cerrar. Nosotros tenemos suerte porque los cuatro de atrás lo hacen perfecto: Flaño se coloca muy bien, y Roversio y los laterales, Monreal y Azpilicueta, son muy rápidos. No es que el Madrid jugara mal. Es que así es muy difícil que nos lleguen con claridad".
El Madrid, como el Barça hace unos meses, llegó con claridad sólo un par de veces a la portería local del Reyno de Navarra. En ambas oportunidades apareció Ricardo para frustrar al delantero. Contra el Barcelona se interpuso entre Messi y la red. El argentino tiró al cuerpo. Contra el Madrid se la jugó frente a Higuaín. El Pipa resolvió mejor. "Creo que amagó el tiro al segundo palo para engañarme", recordó ayer el meta; "y luego remató al primero. Por suerte lo pude desviar con la mano".
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