El PSdeG vota contra la norma y la tacha de "intervencionista y arbitraria"

No hubo acuerdo. El PP sacó adelante la reforma de la Lei de Caixas con el apoyo del BNG y con las críticas de PSdeG, cuyas diputadas Mar Barcón y María Quintás, se abstuvieron de votar por formar parte de la asamblea de Caixa Galicia.

El portavoz del grupo parlamentario de los socialistas, Xaquín Fernández Leiceaga, aseguró que la reforma "consolida el intervencionismo y abre la puerta a la arbitrariedad". El acuerdo entre nacionalistas y populares dejó en la cuneta sus 45 enmiendas y sólo una fue aceptada: la Xunta deberá escuchar al Parlamento antes de tomar ninguna decisión sobre fusiones. El PP utilizó este apoyo para hablar de su "postura de consenso", que da "cumplimiento a una petición unánime": la del propio Parlamento, cuando los tres grupos acordaron iniciar la reforma. Pero por el camino se quedó el grupo socialista, que sólo ve reflejado al PP en el texto a pesar de que la norma la presentó el BNG. "Se eliminaron las alusiones al FROB, renunciaron al uso del gallego y cambiaron la jubilación de los directivos de 70 a 65 años como pedían los populares", aseguró Leiceaga. Aunque reconoció que la gestación de la norma fue "parcialmente fructífera", estuvo crítico con el control de la obra social, la renovación fulminante de los órganos de gobierno y con que los ayuntamientos tengan menos peso.

Pedro Puy, portavoz económico del PP, rebatió una por una sus descalificaciones y tildó de "secundarias", las 45 enmiendas socialistas rechazadas. "Estamos creando órganos de gobierno más plurales", aseguró al referirse a las nuevas asambleas con representación del Parlamento.

Fernando Blanco (BNG), dejó claro que no se trata de "un cheque en blanco", al PP. "Debemos comparar la norma con lo que pasaba hasta ahora. ¿Quién mandaba en las cajas? Las directivas. Lo que decíamos en los pasillos lo podemos decir en el Parlamento. Hacían lo que les daba la gana. Decidimos que en las cajas manden los intereses de los gallegos".