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Reportaje:

¿Cena o experimento?

Abre en Barcelona el primer restaurante de España donde se come a oscuras, en mesas colectivas y con un servicio de camareros invidentes

En la oscuridad la gente habla a gritos. Tras el amago de pánico que provoca el encontrarse en un lugar sin nada de luz, la constatación te golpea con una cacofonía confusa de voces, que se intuyen emocionadas y nerviosas. Así empieza la aventura en Dans le noir, el primer restaurante de España donde se come en la oscuridad más total.

Es una oscuridad que no admite réplica ni esperanza, muy distinta de la de una noche sin luna o un black out eléctrico. "Ofrecemos una excelente gastronomía, pero también una experiencia realmente nueva, una lección de tolerancia y sensibilización hacia la discapacidad", explican Maite y Christophe Sutton, propietarios del restaurante, que abrirá sus puertas la noche del 31 de diciembre en el paseo de Picasso de Barcelona, avalado por el éxito de París, donde se inauguró en 2004, y Londres y Moscú, en 2006. "En la oscuridad vuestros ojos serán los camareros invidentes", avisa Maite, que ha contado con el apoyo de la ONCE para contratar a la plantilla.

Los comensales, que ya han dejado en una taquilla abrigos, bolsos y cualquier fuente de luz, incluidos móviles y relojes, deben acordarse del nombre de su camarero, ya que será su única referencia para cualquier necesidad, incluida la de ir al baño o a fumar. Luego, en fila india, con la mano en el hombro del que te precede, entras en la noche sin fin.

En las tinieblas las distancias se confunden y empieza el toqueteo. Tocas tú y te tocan los demás. Buscas las paredes, el tenedor, a tu vecino, las manos de quien te pasa el agua o el plato. Rápidamente, en el estruendo se oyen las primeras bromas. Alguien hace amago de encender un mechero y, aunque lo apaga enseguida entre silbidos, no evita la regañina de Maite.

Las superficies son frías y duras y las sillas, que se intuyen de diseño, decididamente incómodas. Las mesas son colectivas, así que socializar es un imperativo y no una opción, por lo que la mayoría se va desinhibiendo a gran velocidad. No sólo no se puede elegir el menú, sino que tampoco se puede preguntar lo que se come... sólo a la salida se podrá ver las imágenes de las viandas. Quien esto firma, considera la medida completamente innecesaria, ya que el alud de sensaciones que produce la inmersión total en la oscuridad es tal que se podría perfectamente disfrutar el aroma y la textura de los platos sin encontrarte en la boca algo que aborreces.

¿Cena o experimento? Lo cierto es que la experiencia es tan asombrosa, que vale sin duda los 39 euros del precio. Dans le noir abre todas las noches y el sábado y domingo también a mediodía.

Una cadena internacional ha abierto en Barcelona el primer restaurante de España donde se come a oscuras y con un servicio de camarero invidentes. En la foto, una clienta se tapa los ojos, deslumbrada, al salir del local.
Una cadena internacional ha abierto en Barcelona el primer restaurante de España donde se come a oscuras y con un servicio de camarero invidentes. En la foto, una clienta se tapa los ojos, deslumbrada, al salir del local.JOAN SÁNCHEZ

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