'Swing' para acabar bien el año
El festival Alta Fidelidad arranca en Arganzuela con Nick Garrie y Le Congo Blue
Como a Javier Estrugo le ofrezcan un día trabajar en una tienda de discos (si es que quedan), le gustaría parecerse al actor Jack Black en la película Alta fidelidad. Con un matiz: él jamás echaría con cajas destempladas a un cliente que le preguntara por I just called to say I love you, de Stevie Wonder. "Ojo: Stevie es mucho Stevie, incluso cuando escribe canciones ñoñas", argumenta mientras se anuda la corbata y recoloca la viserita en los camerinos de la Nave de Terneras de Arganzuela, junto al Matadero.
Estrugo, de 28 años, es el batería de Le Congo Blue, el cuarteto madrileño de jazz, soul y swing que anoche abría el I Festival Alta Fidelidad. El certamen nace con la vocación de "ser el último del año y cubrir una semana de sequía en la programación musical de la ciudad", en palabras de su organizador, José Manuel Tenorio, de la empresa PopProducciones. La tarea se antoja peliaguda, como en el arranque de cualquier nueva aventura: entre el frío negro, los pies destemplados y el orvallo pertinaz, ayer apenas eran 70 los valientes que se acercaron. Peor para los perezosos, porque estos Le Congo Blue se lo montan francamente bien.
El evento musical se prolonga tres jornadas y la entrada es gratuita
Esta noche el cartel será 'hiphopero': Artes, Shogun XL y Korazón Krudo
El festival se prolonga durante tres jornadas, con entrada gratuita, pero la nave se encuentra en un lugar recóndito y los policías municipales de la entrada disponen de tanta información del encuentro como sobre la guerra de Crimea. Para que todo resulte todavía más emocionante, las luces del paseo de acceso al lugar no funcionan, así que el trayecto se convierte en safari nocturno para esquivar charcos, baches y pulmonías. Pero una vez dentro, los cuatro chavales del parque de Berlín -tan elegantes en la pose como en referencias melómanas- consiguen que prevalezca el buen rollo con sus versiones de Ray Charles, Frank Sinatra, Beatles, Otis Redding o el Sunny de Bobby Hebb. Todas ellas sazonadas con el órgano Hammond de Pablo Gutiérrez.
"Llevamos juntos unos 10 años, pero de forma algo caótica y cambiando el nombre cada dos por tres", confiesa el guitarrista Gustavo Jáuregui, también de la quinta del 81. Ni siquiera está claro que Le Congo Blue sea la denominación definitiva cuando graben estos próximos meses su primer disco, ya con temas propios. "Compartimos un gusto musical común, de la era analógica, pero discutimos sobre todo lo demás", admite el cantante, Gerardo Carreras, pantalón y camisa negros. "Incluso al principio acordamos llevar sombrero de ala, como si fuéramos unos sinatras chelis, pero cuando tocamos en bodas y la gente está cocidísima nos los acaban robando. Así que... ¡fuera sombreros!".
Los responsables de PopProducciones se consideran "afines al pop gafapasta", pero, por diversificar, para la noche de hoy han diseñado un cartel indisimuladamente hiphopero: Artes, Shogun XL y Korazón Crudo. "Hay mucha chavalería en el barrio que lo puede disfrutar", pronostica José Manuel Tenorio. "Ahora falta vencer esa reticencia a los espacios municipales. El público joven tiende a tenerles poco apego, como si en las juntas de distrito sólo se programara zarzuela...".
Quedará aún la traca del miércoles: proyección de Alta fidelidad (17.30), mesa redonda sobre pop y literatura (19.30) con los periodistas Íñigo López Palacios (EP3) y Pepo Márquez y las actuaciones, a las 21.30, de Lukah Boo y Nick Garrie. Seguro que Jack Black sí vendería de mil amores los vinilos de este último: contemporáneo de Nick Drake o Donovan, el inglés de 60 años fue el secreto mejor guardado del folk-rock psicodélico de aquella época.
Recetas para combatir el tedio
La Navidad es fecha propicia para excesos gastronómicos (o, cuando menos, gástricos) y las efusividades familiares, pero no para el esparcimiento musical. Tras un año generoso en conciertos, la transición entre 2009 y 2010 se presenta como una dura travesía del desierto para los amantes del directo. Anotemos, con todo, algunas citas que pueden ser aprovechables:
Lou Marini, el martes 29 en El Sol. El saxofonista fundador de los Blues Brothers (sí, sí, los de las pelis) regresa esta noche al foro para soplar unas cuantas notas flamígeras junto a sus amigos de Red House. Pinta bien y sirve como cierre de la abrumadora programación de El Sol en su trigésimo aniversario.
84, el sábado 2 en El Búho Real. Uno de los templos de la canción de autor estrena año con estos tres madrileños nacidos en el año que les da nombre. Una de las más gratas sorpresas de la temporada: armonías vocales y buen gusto en la estela de Los Secretos.
Eli Paperboy Reed. Jueves 7 en Joy Eslava. Cuánta felicidad junta: finiquitamos el paripé navideño y recibimos a la nueva sensación del soul, uno de los tipos más grandes que ha visitado la ciudad en los dos últimos años.
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