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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Georgina Parkinson, primera bailarina del ballet de Londres

La ex primera bailarina británica Georgina Parkinson murió el pasado día 18 en Nueva York a la edad de 71 años víctima de un cáncer. Había nacido el 20 de agosto de 1938 en Brighton (Inglaterra) y fue primera figura del Royal Ballet de Londres. Los últimos 30 años de su vida los pasó viviendo en Nueva York y ligada estrechamente al American Ballet Theatre (ABT) donde era maestra y ensayadora de las primeras figuras femeninas.

Georgina Parkinson empezó estudiando gimnasia y patinaje sobre hielo. Estando en el internado de un convento católico en Rottingdean (Sussex), donde recibía una clase semanal de ballet los martes, una de las monjas reparó en sus extensiones y capacidades, recomendando a su familia que la llevara más en serio a estudiar ballet. Así llegó a la escuela londinense del Sadler's Wells, donde la vio durante una audición Ninette de Valois, fundadora del Royal Ballet, compañía donde entró Georgina en 1957. En 1959 ascendió a solista y en 1962 a primera bailarina. En Covent Garden estrenó muchos ballets con caracteres ideados para ella, como Monotones I (1966, Ashton); Symphony (1963, MacMillan) o Enigma variations (1968, Ashton).

Fue maestra de las principales figuras del American Ballet Theatre

Destacando siempre por su segura y fuerte técnica junto a un temperamento dramático elevado, sus primeros ballets fueron La belle dame sans merci (André Howar), el papel de la gitana en The two pigeons (Ashton) y la esposa de The invitation (MacMillan). En 1964 llegó a Covent Garden Bronislava Nijinska para remontar Les biches (la legendaria obra con diseños de Marie Laurencin) y escogió a Georgina para el papel de La Garçonne (o Muchacha en azul), personaje ambiguo que ella bordó e hizo suyo. También bailó en Londres The concert (Robbins). En 1962 John Cranko creó para ella y Erik Bruhn en Stuttgart Dafnis y Cloe.

Parkinson debutó con Rudolf Nureyev el 16 de febrero de 1963 bailando juntos por primera vez Diversions (MacMillan/Bliss) y en 1965 volvieron a escena, siempre en Covent Garden, con Danzas Polovsianas (Fokin/Borodin), esa vez acompañados por Monica Mason. En 1966 bailó Raymonda en la coreografía de Nureyev y estrenó una de las musas en Apollo de Balanchine. Ese mismo año viajaría a Berlín con MacMillan, con quien estrechó una amistad para toda la vida; ella fue el refugio y asidero del coreógrafo en sus múltiples recaídas por depresiones y alcoholismo.

Georgina Parkinson nunca se consideró a sí misma una "ballerina" clásica en sentido canónico; a pesar, sus Odette-Odille de El lago de los cisnes y la Mirtha de Giselle fueron sus grandes roles clásicos.

A mediados de los años setenta, MacMillan le pidió que le acompañara a Nueva York donde debía montar a Mijail Barishnikov su Romeo y Julieta para el filme The turning point de Hebert Ross, y ya fue fichada como ensayadora del ABT, donde se asentó en 1978 a instancias de Nora Kaye. Siguió apareciendo en la escena neoyorquina en papeles de carácter. Twyla Tharp creó para ella la Señora Harnimann del ballet Everlast.

Su última aparición escénica fue en el papel de la madre del soldado en On the Dnieper, de Alexéi Ratmanski. Había estado entrenando recientemente a Natalie Porman y Mila Kunis para el filme Black swan, de Darren Aronofsky, que se estrenará en 2010 y cuenta la rivalidad entre dos bailarinas en el seno del New York City Ballet.

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